Volvo Car España, la filial en nuestro país del fabricante de coches sueco que tiene como primer accionista al chino Zhejiang Geely Holding Group, tuvo un buen 2022 en beneficio, según reflejan las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha accedido El Economista. Y es que ganó 1,74 millones de euros, superando el beneficio preCovid de 2019 (1,61 millones), pero la cifra está lejos de las filiales de Renault España S.A. (73 millones) y Seat S.A. (68 millones) que sí fabrican en suelo español. Mientras que Volvo Car España no produce nada aquí, sólo vende, como hacen la mayoría de las marcas asiáticas.

La filial española de Volvo Cars aumentó sus ingresos un 7,6%, a 474,1 millones, aunque sin lograr recuperar el nivel de 2019; de hecho, la cifra fue un 12,8% inferior a la preCovid. Los ingresos por venta de coches y las ventas de recambios se incrementaron un 8% y un 16,6%, respectivamente, hasta 491,4 millones y 54,2 millones. Sin embargo, los ingresos de los vehículos de ocasión se desplomaron un 46,8%, situándose en 16,6 millones.

Por su parte, las ventas de Volvo Car España cayeron un 22%, a 13.814 unidades, por la escasez de suministros. Del total de ventas, un 36% fueron completamente eléctricos e híbridos enchufables, lo que supone un 44% más que el año anterior.

Volvo Car España incrementó su plantilla en 70 personas, llegando a 300, y pagó 582.655 euros en Impuesto de Sociedades, un 8,8% más. También tuvo que afrontar mayores gastos en transporte (+10,3%) y primas de seguro (+25,4%), pero su fondo de maniobra creció notablemente, pasando de 1,41 millones a 2,59 millones, y pudo dar un dividendo mayor (1,6 millones, un 6,6% superior).