“Nuestra nueva estructura corporativa alinea mejor nuestra organización y aumenta nuestra flexibilidad ante posibles oportunidades estratégicas futuras en un panorama mediático en evolución”, destaca David Zaslav, presidente y CEO de Warner Bros. Discovery
Warner Bros. Discovery (WBD) no va bien… pues cada día tiene más pérdidas (así se vio en los resultados de los nueve primeros meses, cuando sus números rojos se dispararon a 10.062 millones de euros, cuatro veces más que los del mismo periodo de 2023) y apuesta por la ideología woke (el último meneo de ideas de los progres). Ante este delicado contexto, ha decidido actuar, apostando por el ‘esquema Villalonga’: separará los negocios de televisión y de streaming.
El conglomerado audiovisual surgido de la fusión de Warner Media y Discovery Max en abril de 2022, que está controlado en un 71% por AT&T (la mayor empresa de telecomunicaciones de EEUU) y en un 29% por los accionistas de la antigua Discovery, ha decidido reorganizase ante el decreciente negocio de la televisión tradicional y lo difícil y costoso que es lograr rentabilidad en el negocio de streaming (a través de las plataformas HBO, Max y Discovery+, que han ido uniendo contenidos en algunos países, pasando a ser HBO Max y después sólo Max, y sumando también acontecimientos deportivos en directo) ante la fuerte y elevadísima competencia (Netflix, Disney, Amazon Prime Video, Paramount, AppleTV+...). Con la citada reorganización busca, primero, salir de las milmillonarias pérdidas y después, poder maximizar la rentabilidad y el crecimiento.
Global Linear Network será la división que aglutinará los negocios de televisión (con canales como CNN, TNT, Discovery y TLC, entre otros), mientras que Streaming & Studios será la rama de las plataformas de streaming y los estudios de cine. De esta forma, WBD apuesta por el ‘esquema Villalonga’, el que en su día aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo. Pero no sólo eso, también se vuelve a tiempos pasados, donde los negocios de producción y los de emisión, o si lo prefieren, los negocios de ficción y los de información, solían estar separados y no dentro de una misma división.
Global Linear Network será la división que aglutinará los negocios de televisión (con canales como CNN, TNT, Discovery y TLC, entre otros), mientras que Streaming & Studios será la rama de las plataformas de 'streaming' y los estudios de cine
En un comunicado, el gigante audiovisual estadounidense ha referido que la división de televisión “se centrará en maximizar la rentabilidad y el flujo de caja libre para continuar con el desapalancamiento”, mientras que la de streaming y estudios de cine “impulsará el crecimiento y un fuerte rendimiento del creciente capital invertido”, y espera que la reorganización se complete a mediados de 2025. “Nuestra nueva estructura corporativa alinea mejor nuestra organización y aumenta nuestra flexibilidad ante posibles oportunidades estratégicas futuras en un panorama mediático en evolución”, ha destacado su presidente y CEO, David Zaslav. Por tanto, tras la aplicación del ‘esquema Villalonga’, podría haber otras operaciones: quizá alguna venta o fusión o alianza (ya ha lanzado una suscripción conjunta con el woke Disney)... pues en el negocio de las grandes plataformas de ficción abundan los oligopolios y la concentración.
El anuncio de la reorganización ha sido bien acogido por los inversores: en los últimos cinco días su cotización acumula una subida del 15%. Esto último y la revalorización que acumula en los últimos seis meses (+70%), ha llevado a que este año su cotización se haya apreciado un 6,7%. Una buena noticia para sus accionistas, pues hace un mes, cuando se conocieron los resultados de los nueve primeros meses, su acción acumulaba una depreciación del 21% en lo que iba de año. Además, cabe recordar que cuando presentó sus resultados del primer semestre, su cotización valía un 70% menos que cinco años antes, mientras que ahora la diferencia se ha rebajado ligeramente al 61,6%. Se ve que las fusiones, o sea, la suma de dos empresas, no siempre aumenta el valor.