La Inspección de Trabajo está investigando a las empresas de reparto a domicilio Glovo y Uber Eats al haber detectado que sus repartidores subcontratan a extranjeros sin papeles / Fotos: Pablo Moreno
Yolanda Díaz se está luciendo con la conocida como ‘ley rider’, que obliga a contratar a los repartidores a domicilio como asalariados con el objetivo de acabar con los falsos autónomos.
Y es que la Inspección de Trabajo está investigando a las empresas de reparto a domicilio Glovo y Uber Eats al haber detectado que sus repartidores subcontratan a extranjeros sin papeles para que hagan las entregas en su lugar. Al parecer, a cambio le dan un porcentaje de las ganancias.
Lo ha confirmado el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez-Rey: "la Inspección de Trabajo y Seguridad Social lleva a cabo una campaña sistemática en las plataformas de reparto para asegurar el cumplimiento de la ley rider y que, aunque busca principalmente evitar el uso de falsos autónomos, también se ocupa de conductas en virtud de las cuales se usan trabajadores extranjeros sin autorización, se subcontratan licencias, etc.". "Contratar estos trabajadores es una ilegalidad que la Inspección persigue y comprueba".
La práctica salió a la luz por el fallecimiento en Barcelona de un repartidor extranjero sin autorización,según contó El Periódico de Aragón, que puntualizaba que la Inspección de Aragón ha sido la primera en dar la voz de alarma, aunque el secretario de Estado ha explicado que la campaña está coordinada desde la Inspección General y se realiza "tanto en Aragón como en el resto de comunidades autónomas".
Recuerden que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social lanzó su proyecto estrella insistiendo en que toda Europa y hasta Joe Biden estaban pendientes de su innovación, la cual rechazaban los propios ‘riders’. Y ojo, porque ya se está demostrando con varios ejemplos de las tres plataformas citadas cómo Díaz no ha liberado de la explotación laboral a los repartidores, sino que les ha conducido a la miseria: despidos.
Conviene destacar que cuando un autónomo se convierte en asalariado no es el trabajador el que sale ganando, tampoco el empresario, sólo el Estado, por las altísimas cuotas sociales que cobra. Por tanto, el problema de los falsos autónomos sólo se soluciona reduciendo las cuotas, señora Díaz. Además, estas altísimas cuotas son un escollo en la actual subida del SMI que pretende el Gobierno y que hará con o sin acuerdo.