Yoli, promocionando el emprendimiento / Foto: Pablo Moreno
El llamado Comité Europeo de Derechos Sociales (CEDS), un benéfico organismo europeo que tiene por objeto la aplicación de la Carta Social europea, ha dictaminado que la indemnización por despido improcedente en España se queda corta, apenas son 9.000 euros de indemnización media, y le parece poco a tan social organismo. Por esa razón, Pepote Álvarez, el secretario general de UGT, ha pedido que se reforme de inmediato y la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, siempre atenta a las demandas sociales, ha dicho que, por supuesto, que abordará la cuestión de inmediato, lo que que significa que tras, una democrática apertura al diálogo social y tras la previsible negativa de las fuerza reaccionarias, del tipo CEOE, a negociar, Yolanda se verá obligad a subir la indemnización por despido con un decreto que será a publicado en el BOE.
Empezando por el final, eso significa que en breve, en Europa, nadie va a querer ser emprendedor, todo el mundo, ya ocurre entre nuestros jóvenes, quiere aprobar una oposición y olvidarse crear nada. Todos en el sector público, todos funcionarios, trabajo para toda la vida rendimientos bajos y productividad en caída libre.
Lo que impone el sentido común es el sistema estadounidense: despido libre, impuestos bajos y salarios dignos, sistema conocido como meritocracia
Lo malo del marxismo es que siempre lleva, en su pecado, su penitencia: forjas una sociedad de vagos, donde nosotros hacemos como que trabajamos y ellos hacen como que nos pagan... y, al final, no encuentras quién pague a los vagos. Ya saben: el mandamiento único de CCOO y UGT: trabajar menos, cobrar más y protestar siempre.
En resumen, Yolanda pretende ahora aumentar la indemnización por despido... otro derecho social. Vendrá justo tras la reducción de jornada laboral. Así. nadie querrá ser emprendedor en España y Europa seguirá perdiendo competitividad frente a Estados Unidos y China. Aprovecha para ello el dictamen de un organismo como el CEDS, donde todo son derechos sin deber alguno.
Por contra, lo que impondría el sentido común es el sistema americano: despido libre, impuestos bajos y salarios dignos, sistema también conocido como meritocracia. Entre otras cosas, porque España mantiene las cotizaciones sociales más altas de Europa: muchos impuestos laborales y pocos salarios líquidos.
Y Estados Unidos tiene 2,5 veces menos paro que en España, miren por dónde. Para ser exactos, nosotros somos los campeones del paro y ellos no tienen paro.