La ley de Eutanasia, propuesta por el PSOE, comenzará su tramitación parlamentaria este martes y lo hará gracias a los votos de todas las formaciones progresistas -matar al enfermo es progresismo puro-, menos el PP, que ha anunciado una Proposición de ley integral de Cuidados Paliativos, como alternativa a la propuesta socialista sobre la eutanasia,(Vox no es progresista). Eso sí, el día que Pablo Casado llegue al poder -si llega- no hará nada por derogarla porque, en el fondo, el PP es un partido muy progresista.

La campaña mediática que comenzó hace años, ahora se intensifica. Por ejemplo, con la entrevista -lunes por la mañana- al vicepresidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), en Los Desayunos de TVE. Fernando Marín explica que hay un gran apoyo social hacia la eutanasia y que es tan maravillosa que muy pocos se atreven a cuestionarla. Entre ellos, la Iglesia católica. “El único argumento de peso de la Iglesia en contra de la eutanasia es que tu vida no es tuya, es de Dios”, afirma con entusiasmo. Y como yo no creo en Dios…

Vamos a ver, campeón. El argumento más profundo contra la eutanasia es, efectivamente, que tu vida es de Dios, no tuya y el hecho de que no te lo creas, no lo cambia. En cualquier caso, si hablamos del derecho a una muerte digna desde el punto de vista exclusivamente jurídico, tu argumento es igualmente inaceptable. Porque, ¿cuándo adquiriste el derecho a tu vida? ¿Acaso elegiste nacer o puedes presentar un contrato que demuestre que la vida es tuya?

Sea como fuere, esta norma pone de manifiesto, una vez más, la hipocresía progresista al unir en el mismo texto los cuidados paliativos y la eutanasia, dos cosas contrapuestas. Porque si se trata de evitar sufrimientos ‘inútiles’ -ningún sufrimiento lo es realmente-, los cuidados paliativos lo consiguen con creces sin necesidad de provocar la muerte del paciente.

En cualquier caso, ¿por qué quieren eliminar la objeción de conciencia de los médicos si, por ejemplo, en Holanda van a aprobar la píldora D66 para que los ciudadanos puedan suicidarse -perdón, eutanasiarse- en casa.