La gran mentira feminista consiste en asegurar que se trata de una guerra de género y, ya de paso, que todo varón es un maltratador insaciable.
Pues no, no es verdad: no le maltratan por ser mujer sino por ser "su" mujer. Es decir, que cuando Vox habla de violencia intrafamiliar… Vox tiene toda la razón.
Entonces, ¿sí es violencia intrafamiliar y sí es más grave que la violencia llamada de género… que no existe? Por supuesto. Porque quien comete la felonía es un ser antes querido, no un extraño.
El 'relato' de la llamada violencia de género, de la lacra, es muy claro: cuando el amor de una pareja se convierte en odio, cada sexo utiliza sus mejores armas contra el otro, convertido ya en su enemigo. En el caso del varón, la fuerza bruta.


Lo cual no significa que la mujer no pueda utilizar esa misma fuerza bruta y, sobre todo, otros tipos de violencia. Esta no es una película de buenos y malos. Si la mujer no pudiera utilizar, por ejemplo la violencia del insulto, del desprecio, de la palabra… la mujer sería idiota. Y la mujer no tiene nada de idiota. Oyendo las exageraciones de la feministas uno diría que parten de esa idea: de que las mujeres son idiotas, incapaces de ejercer violencia sobre el varón.

La lacra: el verdugo del famoso incidente en el Ayuntamiento de Madrid era Nadia Otmani, otra caza-subvenciones; la víctima era Ortega Smith

La prueba está en la multitud de hombres divorciados que han perdido a sus hijos, su patrimonio… o a los que la Guardia Civil ha encerrado en el calabozo.
Pero todo esto nos lleva a otra cuestión: el problema no es el machismo: el problema es la crisis de la familia. Al parecer, eso a las feministas no les preocupa.
Y aún nos lleva a otro epígrafe: la mujer, en contra de lo que asegura Carmen Calvo y todas las feministas, no es la marginada ni la maltratada, la marginada es la madre. Mientras no tenga hijos, está a salvo y bien a salvo. Pero las feministas no defienden a la madre porque el feminismo odia la maternidad.

Las cifras. “Ortega Smith no puede negar la realidad”, asegura un tertuliano, sobre las 1.200 mujeres asesinadas por sus parejas.

La hipocresía feminista ha alcanzado la cima. Pero ojo con el doble divorcio: el del pueblo español con los políticos… y con la prensa

Sí, es grave aunque no tanto como los 95.000 abortos -sólo los quirúrgicos- anuales que se perpetran en España cada año sobre un ser aún más inocente y más indefenso que la mujer: el concebido y no nacido, sea niño o niña.