Pedro Sánchez lo quiere volver a hacer. Intentar colar  una reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, por medio de una enmienda, en un proyecto o proposición de ley que no tiene nada que ver, en este caso la ley de paridad. Quiere quitar al Senado la capacidad de tumbar los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública, que son el paso preceptivo previo para la elaboración de los Presupuestos. Y, encima, contra el criterio de los letrados. De momento, lo ha aprobado en la Comisión. Se trata de una maniobra inconstitucional, según la anterior doctrina del TC (aunque si se recurriese al actual TC, le daría la razón al Gobierno sanchista, como en todo).

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