El Rey de España, Felipe VI, pronunció ayer el discurso de apertura de la XV legislatura llamando a superar las "divisiones" y los "enfrentamientos", para legar a los más jóvenes "una España sólida y unida". "Nuestra obligación, la obligación de todas las instituciones, es legar a los españoles más jóvenes una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos".

Sin embargo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, pronunció el discurso más sectario y partidista que se recuerda desde esa alta tribuna. Llegó a lamentar las “democracias erosionadas”…, ¿no lo diría por Sánchez, verdad?

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