Sede de Abengoa en Madrid
Abengoa ha presentado concurso de acreedores apenas unos días ante de una junta de accionistas que se presumía vital y una vez que los minoritarios habían expulsado a Gonzalo Urquijo. En principio hay liquidez para pagar la nómina de febrero pero la noticia, desde luego no es buena.
No es buena porque con el concurso de acreedores se abre una nueva obra: ahora todo pasa a depender del Juez, lo que supone lentitud judicial.
Y es que los capitanes de los acreedores, el fondo KKR y el Santander se han cabreado. Me explico: el origen de la suspensión de pagos está en la negativa de Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, que se negó a ofrecer los 20 millones de euros de ayuda que solicitaban la empresa y sus acreedores.
La Junta se defiende: Moreno no quiere cometer el ‘error’ socialista con Isofotón y hunde la ingeniería
La Junta se defiende: Moreno no quiere cometer el ‘error’ socialista con Isofotón y hunde la ingeniería. Parece un miedo excesivo, dado que a doña Teresa Ribera no parece importarle mucho el asunto.
Y tras rajarse la Junta se raja el gobierno central y… Santander y el fondo KKR dicen basta. Los acreedores no ponen más dinero y alegan que no están dispuestos a financiar una dirección que anda a la greña.
Además, el Santander se ha crecido: horas después de conocerse el concurso de acreedores se ha sabido que la querella de Felipe Benjumea contra los acreedores se ha archivado.
Mientras, María Jesús Montero ha dejado claro que el Gobierno central hizo "sus deberes" y que la culpa fue de "otros actores", esto es, de la banca y de la Junta de Andalucía. En cualquier caso, la titular de Hacienda y portavoz del Ejecutivo no da todo por perdido: "El hecho de presentar el concurso no tiene que implicar necesariamente que se vaya a producir una liquidación definitiva de la empresa. Ojalá el administrador tenga capacidad para buscar un nuevo inversor", ha afirmado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Para la viabilidad de Abengoa, no podía haber una peor noticia.