Abengoa flaquea en la médula, la ingeniería, y aumenta las pérdidas a 1.498 millones tras ponerse al día
Los resultados en 2018 de Abengoa son un espejo de lo que espera la ingeniería con dos elementos cruzados: terminar la segunda reestructuración financiera y poder empezar a aplicar el plan de viabilidad a 10 años.
En esa fase intermedia, la explicación de las pérdidas, a pesar de la venta de Atlantica Yield, no es otra que la inclusión de la deuda del new money 2, el tramo 2 de deuda nueva y el old money. Los números rojos ascienden así a 1.498 millones, frente al beneficio de 4.278 millones en 2017, debido entonces al efecto de la primera reestructuración que evitó su quiebra.
Dicho de otro modo, Abengoa ha puesto al día las cuentas últimas cuentas anuales consolidadas. Ahora bien, los resultados distan bastante de una situación de normalidad. Si bien el Ebitda aumenta de 127 a 188 millones, un 48% -la excusa de la andaluza para decir “sigue mejorando su rentabilidad”-, ese registro está muy lejos de compensar la elevada deuda que soporta.
Tan preocupante es la caída de ingresos como esperanzador el aumento de la cartera de contratación
En paralelo -mal dato-, los ingresos caen un 12%, hasta 1.303 millones. Es acusada la caída (16%) en el negocio de ingeniería y construcción (1.111,6 millones), la médula del negocio de Abengoa y se debe a la ausencia de relevo a los proyectos ya terminados o el retraso sobre el calendario de inicio. Mejora, en cambio, el negocio de infraestructuras concesionales, en 191 millones (+17%).
La previsión del plan de viabilidad, una apuesta a muy largo plazo, es alcanzar una facturación de 1.488 millones este año, al margen de los 4.202 que espera lograr dentro de diez años en millones, con un Ebitda en 2019 de 164 millones (y 295 millones en 2028).
La diferencia de tendencias entre ingresos y Ebitda se explica por la poda en gastos generales y “la mayor rentabilidad de ciertos proyectos en construcción”. Mientras, la cartera de ingeniería y construcción -muy positivo- ha pasado de 1.507 a 1.775 millones, tras las adjudicaciones en Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Chile, España, Reino Unido, México o Perú.