• El banco holandés, salvado de la crisis al ser nacionalizado en 2008, obtiene un beneficio neto de 866 millones.
  • La cifra de negocio baja un 2,8%, hasta los 4.172 millones: los ingresos por intereses ( 2,3%) no compensan caída en los de comisiones (-6,5%).
  • Tras salir a bolsa en noviembre, prepara su salto a Bélgica, Alemania, Francia y Reino Unido, donde dará servicios de banca corporativa de forma selectiva.
  • Así, busca diversificar su cartera de préstamos y que el negocio internacional gane peso, pasando del 20% al 25% de los ingresos.
  • Su presidente, Gerrit Zalm, anuncia una reducción de costes del 25% (200 millones), que también afectará al personal.
ABN Amro pierde fuelle en el primer semestre del año, pues gana un 24,3% menos, mientras planea su expansión internacional y reducir costes. Esta pérdida de beneficio supone un cierto contraste con los buenos resultados logrados en 2015, la exitosa salida a bolsa que se produjo a finales de noviembre y la resolución de la prueba de estrés realizada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) -la cual confirmó que tiene un colchón de capital significativo-. En concreto, el banco holandés, salvado de la crisis al ser nacionalizado en 2008, ha obtenido un beneficio neto de 866 millones de euros entre enero y junio, un 24,3% menos que en el mismo periodo del año pasado. Sólo en el segundo trimestre, las ganancias cayeron un 34,8%, hasta los 391 millones. Por su parte, la cifra de negocio de ABN Amro ha descendido un 2,8%, situándose en 4.172 millones, de los que sólo 1.582 millones corresponden al segundo trimestre. La caída cercana al 3% se debe, sobre todo, a que el aumento de los ingresos por intereses ( 2,3%) no ha logrado compensar la caída de los ingresos por comisiones (-6,5%). Y todo ello, sin olvidar que han sido meses duros y delicados para la banca por el entorno de bajísimos tipos de interés, muy cercanos al 0%, que vivimos. Tras sacar a bolsa el 23% de la entidad (el 70% restante sigue en manos del Estado holandés) el pasado 24 de noviembre, ahora prepara su salto a Bélgica, Alemania, Francia y Reino Unido. Países vecinos y que mantienen estrechos vínculos económicos con Países Bajos. Por ello ABN Amro les ofrecerá servicios de banca corporativa (segmento que aporta 37% de los ingresos) de manera selectiva a clientes de sectores como transporte y energía, pero también quiere expandirse a otros como alimentación y recursos naturales. Así, busca diversificar su cartera de préstamos y que el negocio internacional gane peso, pasando del 20% al 25% de los ingresos en 2017. El presidente de ABN Amro, Gerrit Zalm (en la imagen), exministro de Hacienda holandés -cargo que desempeñó hasta en cuatro ocasiones-, ha anunciado también una  reducción de costes del 25% (200 millones) durante el próximo año. Un movimiento que supondrá una combinación de ajustes, que afectará al personal, entre otras medidas. Claro que la reducción de costes no sólo se hace en busca de eficiencia sino para liberar recursos "que podamos invertir en digitalización e innovación", añadió Zalm. Eso sí, mejor que sólo mire de reojo lo que ha hecho FG en el BBVA... Cristina Martín cristina@hispanidad.com