La Fundación Española de Abogados Cristianos ha interpuesto una querella en el Juzgado de Instrucción de Barcelona contra los dos administradores de la Clínica Médica Sants SL (Barcelona)
Otra mala noticia para la vida: cinco días después de que España aprobara la ley de eutanasia, da a conocer las cifras de aborto correspondientes a 2019. Y la bestialidad aumenta, tristemente, en nuestro país, porque se asesinaron 99.149 bebés antes de nacer el año pasado, 3.232 más que en 2018 (cuando se acabó con la vida de 95.917) y constituye la cifra más alta desde 2014.
Ojo, se trata sólo de los abortos quirúrgicos, según las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, que prefiere usar el eufemismo de interrupciones voluntarias de embarazo. A estos habría que sumar los abortos químicos, pues todos los anticonceptivos son potencialmente abortivos: entre ellos, la píldora postcoital (también denominada píldora del día después y que se vende en las farmacias), aunque la gran verdad ocultada es que puede actuar antes o después de la concepción y si pasa esto último, está matando a un ser humano.
El 70,97% de los bebés que fueron asesinados tenían ocho o menos semanas y un 23,63% entre 9 y 24 semanas. Respecto a las madres que optaron por el aborto, 341 eran menores de 15 años y 10.038 tenían entre 15 y 19 años
A pesar de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos recoge dentro de su artículo 3 que “todo individuo tiene derecho a la vida”, el aborto campa a sus anchas en la mayoría de los países. Y en España, esto es más grave si cabe dado el invierno demográfico que vive, donde ya hay decenas de miles de defunciones más que de nacimientos… y la pandemia del coronavirus también está suponiendo una gran sangría, a pesar del engaño de cifras del Gobierno Sánchez.
Del total de 99.149 abortos quirúrgicos que se realizaron en 2019, el 90,9% se hicieron a petición de la mujer, lo que vuelve a demostrar cómo la ‘ley Aído’ ha sido provocado un gran coladero con el motivo de la salud psíquica… Mientras que un 5,85% se debió a grave riesgo por la vida o salud de la embarazada y un 2,93% por riesgo de graves anomalías en el feto.
El 85,68% de los abortos quirúrgicos se hicieron en centros privados, lo que refleja el negocio de los mismos, y el 14,32% en centros públicos. El 70,97% de los bebés que fueron asesinados tenían ocho o menos semanas y un 23,63% entre 9 y 24 semanas. Respecto a las madres que optaron por el aborto un 62,56% habían nacido en España y un 15,39% en América del Sur, y por edades, destacar que 341 eran menores de 15 años y 10.038 tenían entre 15 y 19 años.
La directora de la Fundación RedMadre, Amaya Azcona, ha afirmado que “es un fracaso del conjunto de la sociedad que muchas mujeres se vean obligadas a abortar por no recibir el apoyo que necesitan para poder tener a sus hijos”
Entre las reacciones, la Fundación RedMadre ha señalado que las cifras de aborto del Ministerio de Sanidad reflejan que las Administraciones Públicas persisten en su indiferencia ante los problemas de las mujeres embarazadas. La directora de la Fundación RedMadre, Amaya Azcona, ha afirmado que “es un fracaso del conjunto de la sociedad que muchas mujeres se vean obligadas a abortar por no recibir el apoyo que necesitan para poder tener a sus hijos”. Además, la Fundación ha recordado que en 2018 las Administraciones Públicas destinaron 35 millones de euros al aborto y sólo 2,77 millones en ayudas a las mujeres embarazadas.
En 2019, RedMadre atendió a 31.849 mujeres en situación de vulnerabilidad a causa de su maternidad y de ellas, 9 de cada 10 que pensaban abortar siguieron adelante con su embarazo al recibir el apoyo que necesitaban. Por ello, han pedido al INE que introduzca en sus encuestas las variables embarazo y maternidad para reconocer las circunstancias adversas que las rodean y que el Estado apruebe una ley de apoyo a la maternidad.