- El fabricante ganó 2.670 millones de euros en 2017, tres veces más, pero provisiona otros 1.300 millones por el A400M.
- El último en incorporarse, Bruno Even, procedente de Safrán y a partir de ahora al frente de Helicópteros.
- Era la pieza que faltaba tras la salida de Fabrice Brégier (Aviación Comercial) y su relevo por Guillaume Faury.
Airbus cerró 2017 con unos resultados anuales mejor de lo esperado. Casi triplica el
beneficio, hasta 4.253 millones (189%), con la misma facturación que un año antes, 66.767 millones, pero ha tenido que provisionar otros 1.300 millones al programa del avión militar
A400M. El Ebit ajustado mejora un 8%, hasta 4.253 millones.
Pero al margen de resultados, el interés, esta vez, estaba en el baile que ya comienza para suceder al presidente ejecutivo,
Tom Enders (
en la imagen, junto al financiero, Harald Wilhelm), que agotará su mandato (abril de 2019), pero no pedirá la renovación.
O sea, lo más probable es que no vuelva a presentar las cuentas. Esa es la consecuencia más palpable de la
reestructuración en la cúpula de fabricante europeo tras los casos de corrupción en los últimos meses.
Ya comienzan a sonar posibles relevos, por supuesto franceses (
Alexandre de Juniac,
Thierry Breton,
Patrick Caine), mientras se mueven ya algunos de los sillones. Se va
Fabrice Brégier, hasta ahora Ceo de la división de
Aviación Comercial (Airbus Commercial Aircraft) y le sustituye
Guillaume Faury, hasta ahora Ceo de la división de
Helicópteros. Y a Faury le releva
Bruno Even, de 49 años, que procede del
Grupo Safrán, donde ha sido Ceo del negocio de motores de helicópteros desde 2015.
A pesar de los buenos resultados de Airbus, los problemas siguen, sobre todo, en el A400M que se ensambla en Sevilla con las piezas diseñadas y fabricadas en
Francia y
Alemania, estas últimas las más problemáticas. Con la nueva carga, los sobrecostes del programa suman ya 8.000 millones de euros.
Airbus entregó 19 A400M el año pasado, dos más que en 2016, y se ha comprometido a entregar 16 en 2018 y 11 en 2019, después de establecer, a principios de febrero, un nuevo calendario de entrega.
Otras fuentes de problemas son el contencioso con Austria, por el que tendrá que pagar una multa de 81,25 millones tras una denuncia de fraude en la venta de 18 aviones de combate
Eurofighter, y los fallos detectados en los motores
Pratt & Whitney de los modelos
A320neo.
En 2017, entregó 181 aviones frente a 68 de 2016, que las incidencias podrían retrasar las entregas este año (con posibles penalizaciones).
Rafael Esparza