Mohamed bin Salmán, príncipe heredero saudí
Las autoridades de Arabia Saudí están dispuestas a admitir que el periodista-opositor saudí Jamal Khashoggi murió como resultado de un interrogatorio que salió mal en el interior del consulado de Arabia Saudí en Estambul, según informó la CNN el lunes citando a dos fuentes anónimas que recoge Reuters.
La cadena CNN asegura que el informe que preparan los investigadores recogerá que el Gobierno saudí planeaba interrogar a Khashoggi y llevárselo a Arabia Saudí, pero que el escritor fue asesinado en una operación que se llevó a cabo sin autorización, una tesis que exoneraría al príncipe saudí Mohamed bin Salman. Es decir, el progresista saudí, según los medios occidentales, que no dejan de alabar medidas tan revolucionarias como la de permitir que las mujeres conduzcan.
La hipótesis planteada por Donald Trump es que los responsables podrían ser «asesinos por cuenta propia»
Esta versión coincide con la hipótesis planteada por Donald Trump, quien tras una conversación con el heredero saudí en la que este negaba conocer los hechos, insinuó que los responsables podrían ser “asesinos por cuenta propia”. Según las fuentes citadas por la cadena estadounidense, el informe no está cerrado y el relato de los hechos podría variar, añade La Vanguardia.
El diario The New York Times confirma que la versión que pretende difundir Riad consiste en que el príncipe heredero saudí aprobó el interrogatorio de Khashoggi o incluso su captura y traslado a Arabia Saudí, pero un funcionario de inteligencia saudí “trágicamente incompetente” frustró ese plan. De acuerdo con el periódico, ese funcionario al que se culpará del asesinato del periodista es un amigo del príncipe heredero saudí.
The Washington Post, medio en el que colaboraba Khashoggi, reveló que el Gobierno turco está en posesión de material probatorio que demostraría el asesinato del periodista
Khashoggi desapareció el pasado día 2 de octubre, tras entrar en el consulado saudí en Estambul para hacerse con unos documentos necesarios para su boda con su novia turca Hatice Centiz. Desde entonces, nada se sabe de su paradero. Días después, Arabia Saudí y Turquía anunciaron una investigación conjunta para tratar de esclarecer los hechos. Policías, forenses y fiscales turcos obtuvieron el lunes la autorización para registrar el consulado en busca de posibles indicios sobre lo ocurrido en el interior. Según la versión oficial de Riad, el escritor abandonó el edificio el mismo día en perfectas condiciones, extremo que desmiente su prometida, quien hacía guardia a las puertas del consulado por temor a lo que pudiera pasar.
Hace cuatro días el rotativo estadounidense The Washington Post, medio en el que colaboraba Khashoggi, reveló que el Gobierno turco está en posesión de material probatorio –vídeos y audios- que demostraría el asesinato del periodista en el interior del consulado. Allegados de Khashoggi aseguran que tienen la certeza de que su cadáver fue troceado y sacado del edificio en maletas. Estas acusaciones fueron rotundamente rebatidas por el ministro del Interior saudí, que las calificó de “mentiras y acusaciones sin fundamento”.