Mariano Bacigalupo se ha convertido en el principal candidato a sustituir a José María Marín Quemada en la presidencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Como saben, el mandato de este último, así como el de la vicepresidenta del regulador, María Fernández, y los de otros tres consejeros (Benigno Valdés, Josep Maria Guinart y Clotilde de la Higuera) caducó el pasado septiembre, porque la duración es de seis años no renovables, pero deberán seguir hasta que se designe a sus sustitutos.

La CNMC depende del Ministerio de Economía y es este el que propone los nombres al Gobierno, los cuales después deben someterse al control del Congreso de los Diputados, que tiene capacidad de vetarlos. En esta caso, oficialmente, el Departamento que dirige la vicepresidenta tercera y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, ni confirma ni desmiente que Bacigalupo sea el principal candidato a sustituir a Marín Quemada, haciendo uso de la virtud de la prudencia ante los rumores. No obstante, otras fuentes gubernamentales dicen que es así y que el hecho de que sea esposo de la vicepresidenta cuarta y titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, no sería ninguna barrera.

Bacigalupo es consejero de la CNMC desde julio de 2017 y miembro de la Sala de Regulación, pero su trayectoria en el regulador empezó mucho antes: en la antigua Comisión Nacional de Energía (CNE), en 2006

Es más, estas mismas fuentes destacan que el problema es si está o no preparado y la respuesta, al menos, en lo relacionado con energía, es afirmativa. Bacigalupo es un abogado y profesor argentino de 52 años, que es consejero de la CNMC desde julio de 2017 y miembro de la Sala de Regulación, pero su trayectoria en el regulador empezó mucho antes: en la antigua Comisión Nacional de Energía (CNE), que en 2013 se integró con el resto de reguladores de otros sectores dando lugar a la CNMC. De 2006 a 2011 (siendo José Luis Rodríguez Zapatero presidente del Gobierno), Bacigalupo dirigió el Servicio Jurídico y Vicesecretario del Consejo de la CNE y entre 2011 y 2012, fue Secretario del Consejo de la CNE, como se puede ver en su perfil de LinkedIn.

La CNMC se compone de dos salas (la de Regulación y la de Competencia) y conviene destacar que Bacigalupo ha ganado peso en la primera, que preside María Fernández, quien tiene el mandato vencido. El resto de componentes son: otros dos socialistas -Bernardo Lorenzo y Xabier Ormaetxea- y Valdés (con el mandato ya vencido). Actualmente, Bacigalupo también es miembro de la Sala de Recurso (Board of Appeal) de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía de la Unión Europea (ACER), y profesor titular de la UNED (en concreto, del Departamento de Derecho Administrativo). 

España está empezando la transición energética, donde tendrán mucho protagonismo las energías fotovoltaicas y eólicas (Ribera persiste en el error de cerrar nucleares), y la CNMC debe controlar que no haya problemas de competencia

Como dicen algunas fuentes gubernamentales puede que el hecho de que Bacigalupo sea esposo de la vicepresidenta Ribera no sería ninguna barrera para ser elegido presidente de la CNMC, pero no dejaría de ser algo un tanto raro. Y más teniendo en cuenta el actual contexto energético de nuestro país: el Gobierno acaba de aprobar el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que ahora tendrá que pasar la tramitación parlamentaria, y debe contribuir a alcanzar la neutralidad en emisiones en 2050. En esta transición, tendrán mucho protagonismo las renovables, sobre todo, fotovoltaicas y eólicas, porque Ribera persiste en el error de cerrar las nucleares. Y la tarea del regulador es controlar que no haya problemas de competencia...