El sanchismo a por el banco y la Generalitat a por la Fundación Caixa.
En la línea adelantada por Hispanidad, la dirección de la nueva Caixabank (Bankia más Caixabank) ha cifrado en 8.291 trabajadores las bajas, sobre un total de 51.000, y el cierre de 1.534 sucursales, sobre un total de 5.110 oficinas. De un golpe desaparecerán una cuarta parte de las oficinas y el 16% de la plantilla.
Los sindicatos exigen que las bajas sean voluntarias, lo que parece un poco difícil de conseguir.
Si hay fusiones hay despedidos. Es un juego lógico y un pelín macabro: antes llevabas lo de uno, hora llevas las cuentas de dos.
Ahora bien, lo que es falso es lo de María Jesús Montero: si no se produjeran fusiones -asegura- aún sería mayor la pérdida de empleo: ¿a qué no?
La ministra Montero asegura que si no se llegan a fusionar aún habría más despidos: ¿a qué no?
Y luego se pone como ejemplo: “el Gobierno lamenta que una empresa imponga un ERE"… cuando el Gobierno hace esfuerzos titánicos para no despedir a través de los ertes. Eso está muy bien pero si el Gobierno no hubiera autorizado la fusión Caixabank-Bankia no habría que despedir ahora a más de 8.000 persona. Es decir, señora Montero: no autorice fusiones y no tendrá que lamentarse por despidos.