- La ambiciosa presidenta madrileña impone la ideología de género en las escuelas de la capital.
- Este jueves, 14 de julio, está previsto que la Comunidad Autónoma de Madrid apruebe en el Pleno de la Asamblea una nueva Ley LGBTI.
- Los artículos 31 y 32 del Proyecto de Ley se refieren a los planes y contenidos educativos y la inclusión de la realidad LGTBI en los planes de estudio.
- Ya saben, a los niños se les explicará que el sexo, masculino o femenino, es una cosa que eligen ellos, según deseos y preferencias.
- "Se pueden encontrar con los padres en contra", explica a Hispanidad el presidente del Foro de la Familia, Mariano Calabuig.
- "También hay sindicatos de profesores que tampoco están de acuerdo con estas ideologías y que también podrían reaccionar", ha añadido.
- Además, "tenemos la seguridad de que, entre los políticos, hay hombres y mujeres que no están de acuerdo con tanta insensatez; las familias les animamos a que manifiesten públicamente su discrepancia con esas leyes", les insta Calabuig.
Este jueves, 14 de julio, está previsto que la
Comunidad Autónoma de Madrid apruebe en el Pleno de la Asamblea una nueva
Ley LGBTI. Próximamente lo hará también la Comunidad Valenciana.
La votación del "Proyecto de Ley 4(X)/2015 RGEP.4201, de protección integral contra la discriminación por diversidad sexual y de género de la Comunidad de Madrid",
presentado por el PP y con las enmiendas de los grupos parlamentarios PSOE, Ciudadanos y Podemos, cuenta con el respaldo de todos los partidos políticos de la cámara.
El presidente del Foro de la Familia,
Mariano Calabuig (
en la imagen), -
en una nota de prensa- destaca que las "medidas en el ámbito educativo" de esta ley son una intromisión directa en la manera de educar que sólo pertenece a los padres, a quienes no se les ha consultado sobre este tema. "En el artículo 29.2 se recoge la elaboración de una Estrategia integral de educación y diversidad sexual e identidad o expresión de género que se aplicará a todos los niveles y etapas formativas y que será de obligado cumplimiento para todos los centros educativos."
Los artículos 31 y 32 del Proyecto de Ley se refieren a los planes y contenidos educativos y la inclusión de la realidad LGTBI en los planes de estudio, introduciendo como algo esencial en la educación una realidad social que es minoritaria. El artículo 34 obligará a todos los docentes a recibir formación por parte de las organizaciones LGTBI e incorporará "la realidad LGTBI y los diferentes modelos de familia a los cursos y másters de formación del futuro personal docente".
"Bajo la apariencia de hacer frente a la discriminación del colectivo LGBTI, lo que realmente se pretende con esta ley es la
imposición obligatoria de la ideología de género y de la presencia de las asociaciones de gays y lesbianas en todos los ámbitos de la vida pública y privada; y además, con el apoyo y financiación de las administraciones públicas", dice Mariano Calabuig.
La aprobación de estas leyes supone una seria
amenaza para la libertad de pensamiento, ideológica y de educación, añade el Foro. Calabuig dice que "desde el Foro de la Familia tenemos el compromiso y el deber de defender la libertad de pensamiento en materia de sexualidad y el derecho de los padres para educar a sus hijos según sus propias convicciones (artículo 27.3 CE).
Por otra parte, "tenemos la seguridad de que, entre los políticos, hay hombres y mujeres que no están de acuerdo con tanta insensatez. Políticos de todo color. Las familias les animamos a que manifiesten públicamente su discrepancia con esas leyes. ¡Basta ya de tanto desacierto! Solicitamos coherencia entre sus actos y sus ideas. La sociedad civil les respaldará y aplaudirá. Que cuenten con nosotros. Ellos están dentro del entramado en el que no estamos los ciudadanos y pueden actuar. Ni ellos ni la sociedad pueden callarse ante tanto despropósito", dice el presidente del Foro de la Familia.
En declaraciones a Hispanidad, Calabuig ha añadido que con esta ley, que tiene una gran carga ideológica, los políticos "se meten en un mundo que no les corresponde, pues l
a educación afectivo-sexual es responsabilidad de los padres. No son nadie ellos para dar instrucciones en ese tema. Y se pueden encontrar con los padres en contra". "Y que en cuanto se enteren de lo que van a enseñar a sus hijos digan: no, a mis hijos no les enseñan ustedes esto".
En ese sentido, ha recomendado a los padres afectados "que se informen, se asesoren con algún buen abogado o vayan a una confederación de padres que no esté de acuerdo con esto. También hay sindicatos de profesores que tampoco están de acuerdo con estas ideologías y que también podrían reaccionar a esto".
Según Calabuig, "pedimos libertad de voto porque estoy convencido de que muchos de nuestros políticos no están de acuerdo con esa legislación".
No obstante, añade que también "habrá que esperar al desarrollo de la ley".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com