Laya, Montero y Planas
Consejo de Ministros del martes 21 de julio, María Jesús Montero sale a escena para contarnos que este “es un gobierno ejemplar”. Y además, sin abuela. Dirigido por un ejemplar presidente del Gobierno que ha conseguido un pacto… todos a una: ¡histórico!
Y en verdad que el acuerdo tiene algo de novedoso, de histórico: por primera vez la Unión Europea suelta dinero a escote para ayudar al sur, pero que se financiará endeudando, no sólo al sur, sino al conjunto de los 27 países miembros. Es la primera vez que actúan como un solo país fuera de los límites del presupuesto. Y además, se inicia la mutualización de la deuda pública.
Seguimos sin saber si el acuerdo europeo exigirá una reducción de las pensiones y una necesaria puerta abierta hacia el despido libre
Ahora bien, preocupa dejar 72.000 millones de euros en manos de unos manirrotos como son los miembros del actual Gobierno. Manirrotos y muy, muy embusteros.
Preocupa, mucho, escuchar a Montero asegurar que ellos ya están super-alineados con los programas europeos, que, casualmente, son economía verde, digitalización y servicios sociales.
Otra dosis de Picapiedra: se conceden becas con menos nota. O sea, no premiar el esfuerzo
Para entendernos, toda Europa se enfrenta a dos problemas económicos: el envejecimiento de la población -por eso apoyan la natalidad mucho más que en España- y el insoportable peso del sector púbico. Por eso, están apostando por la privatización de pensiones, por retrasar la edad de jubilación, por financiar el sistema, no con cuotas, sino con IVA, etc.
Y lo mismo ocurre con el mercado laboral. Europa camina hacia la mesa de tres patas, invento norteamericano: despido libre, impuestos laborales bajos y salarios dignos. Es decir, justo el camino opuesto al pretendido por Pablo Iglesias y Yolanda Díaz. Europa camina hacia un contrato único indefinido, con indemnización pactada en el momento de la firma. Camina hacia la eliminación de las onerosas cuotas de la Seguridad Social, que son la que más desaniman la contratación, por impuestos laborales reducidos al mínimo para salvar la economía sumergida y salarios líquidos dignos, con los que un padre pueda sacar adelante a una familia. O sea, padres y padras.
Y en cuanto a ayudas sociales los europeos valoran como su primer objetivo, no el subsidio de paro, sino el pleno empleo y los subsidios se unen a la presentación de servicios públicos.
Mientras, nuestros socios europeos, también la socialdemocracia europea, que huye del bolivarianismo, van soltando el lastre de la educación pública y hasta de la sanidad pública. Simplemente, haciéndoles compatibles con la privada.
En resumen: el miedo en Europa, que es el miedo de muchos españoles, es que Sánchez e Iglesias empleen el dinero para seguir comprando votos cautivos. En fino: el escudo social de Podemos.
Ayuda al desarrollo: España cambia a África por Hispanoamérica, que suena a franquismo
¿En que debería emplear el dinero europeo señor Sánchez? Pues está claro que debería emplearlo en re-industrializar España, porque lo gracioso es que para salvar industrias, el Gobierno, por boca de Marisú, anuncia que dedicará 10.000 millones de euros, menos de lo que franceses y holandeses han empleado para salvar Air France-KLM. Mucho me temo que los 73.000 millones de euros europeos sean empleados para el “escudo social”. O sea, para alimentar vagos.
Isabel Celaá, titular de Educación, no estuvo en la rueda de prensa pero aportó su granito de arena, otra dosis de Picapiedra, becas con menos nota. O sea, no premiar el esfuerzo. Muy propio.
La ministra Laya introduce la ideología de género en la Ayuda al Desarrollo (AOD): algo fundamental para superar la pobreza
La ministra de Exteriores, González Laya, miss Simpatía, nos explicó el nuevo concepto (también conocido como ‘conceto’, en medios intelectuales) de Ayuda al Desarrollo. Nuevo novísimo. La novedad consiste en que España cambia de objetivo: apaga Hispanoamérica que suena a franquismo y enciende África, que es la que puede echarnos encima a inmigración que no queremos.
Y cómo no, Laya introduce, dentro de la ayuda al desarrollo, la igualdad de género, o sea, ideología de género… algo fundamental para salir de la miseria.
La PAC se mantiene. Eso es bueno para mañana, no para pasado mañana
También estaba presente en la sala el ministro de Agricultura, Luis Planas Puchades, uno de los vocales menos cachondeable del Consejo… que ha empezado a hacer el ridículo. Se empeña en que los fondos de la Política Agraria Común (PAC) no se han reducido en los presupuestos europeos para los próximos siete años. Pero la patronal ASAJA y la COAG, la organización agraria de izquierdas más importante, ya se han lanzado a la calle porque dice que España recibirá menos dinero. Yo creo a ASAJA y COAG, no a Planas, que este Gobierno es muy mentiroso.
La PAC se mantiene. Pero eso es bueno para mañana, no para pasado mañana porque recuerden: la PAC supone perpetuar un campo ineficiente y, ojo, el hambre en el Tercer Mundo.