- El Ceo estaba enfrentado al director de marketing, Miguel de Jaime (hermano del director del fondo británico).
- Le sustituye un italiano, Pierluigi Tosato, y al presidente José María Vilas, Rosalía Portela, ex Ceo de Ono.
- Arroyo tomó el mando hace un año, tras la dimisión de Jaime Carbó, que se llevó 4 millones.
- La acción de la aceitera cotizaba entonces a 0,42 euros; hoy está en 0,20.
- Deoleo ha comunicado el relevo a la CNMV, casi tres horas después de que lo avanzara Hispanidad.
- A la crisis interna, se unen los malos resultados, y la retrasada entrada de la SEPI en el capital.
La crisis interna en
Deoleo tiene ya víctimas: el consejero delegado,
Manuel Arroyo. El Ceo estaba enfrentado a
Miguel de Jaime, nuevo director de marketing (y hermano del presidente de
CVC en España,
Javier de Jaime) y le sustituye un italiano,
Pierluigi Tosato, ex Ceo de Bolton Alimentari.
Más cambios en Deoleo, la mayor aceitera del mundo y
marca estratégica española, pero controlada el fondo británico CVC (50,01%):
Rosalía Portela, ex Ceo de Ono, sustituye en la presidencia a
José María Vilas.
La empresa ha
comunicado el relevo a la
CNMV antes de previsto -pensaba hacerlo al cierre de mercado-, aunque casi tres horas más tarde que lo avanzara
Hispanidad. ¿O tal vez por ello?
Manuel Arroyo tomó el mando en mayo de 2015, tras la dimisión un mes antes de
Jaime Carbó, duramente criticado por los accionistas minoritarios de la aceitera. No era para menos: entre el
bonus extraordinario de 1,5 millones de euros y las
retribuciones fija y variable
se embolsó casi 4 millones de euros. Como para estar contentos.
Pero si con Carbó se cerraba una etapa de "años intensos y cruciales", como reconoció en su despedida el propio ex ceo (ahora en
Adveo), la situación de Deoleo no ha mejorado con la gestión de Arroyo. Un dato:
la acción de la aceitera cotizaba entonces a 0,42 euros, más del doble que ahora, 0,20.
Y a eso se suma, como les informó
Hispanidad, el enfrentamiento de Arroyo con
Miguel de Jaime, con
acusaciones mutuas por la gestión interna de la compañía. No se sabe quién tiene razón, aunque sí el desenlace, pero entre unos y otros, la casa sin barrer, como se suele decir.
Una de las pruebas está en los
resultados en el último semestre, en los que mejoró su beneficio bruto de explotación (
Ebitda) un 4,5%, hasta 24,05 millones de euros, pero perdió 19,8 millones, el 26,7% más.
¿Cómo se saldará ahora la salida de Manuel Arroyo? Tengan en cuenta un detalle, el currículum del directivo, que antes de aterrizar en la aceitera, fue el
número dos de
Marcos de Quinto en
Coca Cola. Fue el presidente, en concreto, de la división de la multinacional en Asia. En otras palabras, cuando
Javier de Jaime le llamó no era un cualquiera y ahora habrá que indemnizarle porque en esas condiciones el contrato suele estar unido a un generoso
blindaje.
Todo lo que ocurre en esta aceitera, en cualquier caso, alberga dos lecturas y
está indefectiblemente unido al principal accionista, CVC. Es lo que suele ocurrir en cualquier
colonización de una empresa estratégica por fondos extranjeros.
Recuerden, todo comenzó en abril de 2014, con la compra del 29,9% a dos cajas españolas
(BME y
Bankia) y a
Dcopp y
se enrareció de lo lindo con una OPA posterior, lanzada en diciembre con un
pasito adelante y un pasito atrás en lo del precio.
Y un apéndice. A precio de aquella OPA, a 0,39 euros por acción. Este miércoles,
los títulos cotizan a 0,2 euros, con una capitalización de 225,16 millones de euros.
Queda un núcleo español en la aceitera, mientras el Gobierno -ahora en funciones-, se ha desentendido de la barruntada entrada de la SEPI. Lo forman, con el 21,4% del capital,
Caixabank, Unicaja y Kutxabank.
Rafael Esparza