En Hispanidad hemos publicado algunas broncas de los obispos de EEUU al actual presidente del país, Joe Biden, por declararse católico pero a la vez, con sus obras, contradecir ese supuesto catolicismo.

Y es que, a pesar de las continuas referencias a su fe católica, Biden ha expresado reiteradamente su apoyo a la agenda del aborto y la ideología de género, ambas totalmente contrarias a la doctrina de la Iglesia católica.

Por ejemplo, el arzobispo de Kansas, Joseph Naumann, dijo que Biden debe «dejar de definirse como un católico devoto» por su activismo a favor del aborto. Añadió además que los obispos estadounidenses «deben corregir» al presidente por «actuar en contra de la fe católica». Y llegó a decirle: "Tiene la responsabilidad de no presentarse a la Santa Comunión".

Mons. Richard Frank “Rick” Stika, obispo de Knoxville, criticó al presidente por “presumir” sobre su devoción a la Virgen de Guadalupe y mostrar un rosario en la mano, al tiempo que apoya y promueve el aborto, recogió Aciprensa.

Igualmente, en enero de este año, los obispos de Estados Unidos publicaron un mensaje dirigido a Biden -mensaje firmado por el presidente de la conferencia episcopal de EEUU y arzobispo de los Ángeles, Monseñor José Gómez- en el que denunciaban que el presidente “se ha comprometido a seguir ciertas políticas que amenazarían la vida y la dignidad humanas... aborto, anticoncepción, matrimonio y género". “No podemos quedarnos en silencio cuando casi un millón de vidas por nacer son terminadas anualmente en nuestro país a través del aborto”.

Monseñor Gómez estaba dispuesto a que los obispos norteamericanos anunciaran públicamente que para recibir la Eucaristía son necesarias tres cosas: la más importante, estar en gracia de Dios y no dar escándalo.  Y parece que el Vaticano ha influido en detener la ‘excomunión’ de Biden..., según ha recordado también Hispanidad, mediante una carta del cardenal Ladaria en la que pedía a los obispos de EE.UU que no pongan en peligro su unidad por la comunión de políticos abortistas.

En ese contexto, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU, también autocalificada como católica, Nancy Pelosi, se excusó en la carta del cardenal Ladaria y dijo que dependía de su propio juicio personal la decisión de si debía recibir la comunión a pesar de su larga trayectoria política a favor del aborto: «Creo que puedo usar mi propio juicio al respecto», dijo Pelosi sobre la recepción de la Sagrada Comunión.

Pues bien: otro obispo, el de San Francisco, Salvatore Cordileone,  le respondió a Pelosi  que no puede apoyar el aborto y comulgar, recogió Infocatólica. Cordileone, en concreto, le dice: «En su carta, Ratzinger confirmó que defender sistemáticamente el aborto y la eutanasia constituye una cooperación formal con el pecado grave, y que los obispos deben dialogar con los católicos destacados en la vida pública que lo hacen para ayudarles a comprender el grave mal que están ayudando a perpetrar y acompañarles a que se conviertan. Y continúa diciendo en esa carta que, si estos diálogos resultan infructuosos, entonces, por respeto a la fe católica sobre lo que significa recibir la Sagrada Comunión, el obispo debe declarar que dicha persona no será admitida a la Comunión. La reacción positiva de la presidenta Pelosi a la carta del cardenal Ladaria, por tanto, suscita la esperanza de que se pueda avanzar en este gravísimo asunto».