Endesa y UGT van de la mano: lograron sacar adelante el V Convenio Colectivo, pese a la oposición de CCOO, SIE y CIG
A cierre de mercado y a 19 horas de celebrar telemáticamente su Junta General de Accionistas, Endesa ha remitido a la CNMV sus resultados del primer trimestre. La compañía ha presumido de haber obtenido un beneficio neto de 844 millones de euros, un 133% más que hace un año por “el impacto de la entrada en vigor del nuevo Convenio Colectivo y el registro de determinadas provisiones por reestructuración de plantilla (el Acuerdo de Medidas Voluntarias de Suspensión o Extinción de Contratos de Trabajo), que han generado un impacto positivo de 267 millones”.
Esto llama la atención por el conflicto laboral surgido y porque este V Convenio Colectivo, que reduce beneficios sociales de trabajadores activos y jubilados, aún no ha entrado en vigor: aún no se ha publicado en el Boletín Oficial de Estado (BOE), como reconoce Endesa en otra nota enviada a la CNMV. No obstante, no hay que olvidar que CCOO ya ha impugnado el laudo arbitral del exministro Manuel Pimentel, que permitió la aprobación del nuevo convenio (respaldado sólo por empresa y el sindicato UGT) y ha anunciado que impugnará dicho convenio.
Los ingresos se mantienen estables y el Ebitda asciende a 1.476 millones, permitiendo un ratio de deuda sobre Ebitda de 1,7 veces
No obstante, la energética ha ganado un 59% más que hace un año sin tener en cuenta el impacto positivo de 267 millones, lo que refleja que no se ha visto afectada por el coronavirus, debido a la mejora del negocio liberalizado. De hecho, el margen bruto de este negocio ha aumentado un 25%, hasta 850 millones, gracias al buen comportamiento del negocio eléctrico, la fortaleza del negocio de gas y la filial Endesa X.
Por su parte, el Ebitda ha sido de 1.476 millones: un 59% más si se tiene en cuenta el retorno de provisiones del nuevo convenio y la provisión de reestructuración de la plantilla, y un 21% más sin dicho impacto. Y los ingresos se han mantenido prácticamente estables en 5.069 millones. Eso sí, la deuda financiera neta se ha elevado un 16%, pasando de 6.377 millones a 7.376 millones, aunque sólo suponga un ratio de 1,7 veces el Ebitda: el motivo del aumento se debe, en parte, al reparto de dividendo, pues el de a cuenta correspondiente a 2019 (0,77 euros brutos) se abonó a principios de año y representó un desembolso de 741 millones. Como saben, de este dividendo, Enel se lleva el 70% (proporcional a su participación en el capital, como es lógico). Y por cierto, en la Junta de Accionistas que se celebrará el martes se quiere aprobar un dividendo complementario de 0,775 euros brutos, llegando a un dividendo total de 1,475 euros y un desembolso de 1.562 millones con cargo a los beneficios del año pasado. Parece que ante la crisis del coronavirus, muchas compañías recortan sus remuneraciones a los accionistas, excepto las eléctricas (como saben, Iberdrola tampoco lo hará y mantiene su objetivo de repartir 0,4 euros por acción).