Catherine MacGregor es la nuevo CEO desde el 1 de enero, sustituyendo a Isabelle Kocher, pero el giro de estrategia prosigue
Engie continúa con su revisión estratégica, pues ha anunciado que venderá activos por entre 9.000 y 10.000 millones de euros en el periodo 2021-2023 para simplificar su estructura. Al mismo tiempo, prevé invertir entre 15.000 y 16.000 millones, de los que el 40-45% se destinarán a renovables, donde sus ingresos han bajado un 13% en el primer trimestre.
La energética francesa ha tenido una facturación de 16.870 millones hasta marzo, lo que supone un 2,3% más que hace un año. Por negocios, el de soluciones de clientes ha aportado 5.426 millones (+3,6%); el de suministro, 5.028 millones; el de redes, 2.155 millones (+6,7%); el de generación térmica, 851 millones (-4,4%); y el de renovables, 808 millones (-13% por el impacto negativo del tipo de cambio en Brasil).
Por su parte, Engie ha tenido un Ebitda de 3.224 millones (+5,3%) y un Ebit de 2.065 millones (+8,3%), pero no ha dado a conocer cual ha sido su resultado neto. Eso sí, la deuda financiera neta ha ascendido a 22.500 millones, 100 millones superior a la que tenía a finales del año pasado.
“Una Engie más simple estará posicionada de forma única para lograr una transición energética asequible, confiable y sostenible. Con un mayor foco en la energía renovable, la infraestructura de energía distribuida y los gases renovables, Engie está construyendo hoy el sistema energético bajo en carbono del mañana”, ha señalado la CEO, Catherine MacGregor, que sustituyó a Isabelle Kocher. Y es que el mix de negocio evolucionará a través de revisiones estratégicas de actividades no esenciales, más salidas de países, alineación con el comité de cero emisiones de carbono y el reequilibrio de la exposición a las redes de gas francesas. En sus inversiones hasta 2023, un 40-45% se destinará a renovables, entre un 30 y 35% a redes y un 15-20% a soluciones energéticas.
Unos anuncios y resultados que llegan unos días después de que el tribunal general de la UE viera trato fiscal preferencial para Engie en los arreglos fiscales conocidos como 'tax rulings', que le habrían beneficiado en 120 millones de euros.