Central térmica de Soto de Ribera, situada en Ribera de Arriba (Asturias), muy cerca de Oviedo
Hace unos días, ya referimos la estafa de la transición ecológica del Gobierno, al citar el cierre de la central de carbón de Andorra (Teruel), propiedad de Endesa, meses antes de lo que se preveía (junio de este año). Ahora hay un nuevo ejemplo: EDP ha decidido cerrar antes de tiempo la térmica de Soto de Ribera (Ribera de Arriba) y sin alternativa, según La Nueva España.
Esta central asturiana apenas produjo carbón durante 2019, sobre todo, funcionaron sus dos ciclos combinados, como recogió El Comercio. Es más, recordó que EDP había informado recientemente de que su producción de carbón bajó un 49% en la Península Ibérica (España y Portugal), al mismo tiempo que había subido un 91% la generación con gas. En Soto de Ribera sólo operaba su grupo 3 -cuya potencia instalada es de 361 megavatios (MW)-, mientras que la de sus dos ciclos combinados es de 431 MW y 433 MW, respectivamente, como cita El Periódico de la Energía.
EDP prescindirá del carbón por completo en 2030, apostando fuertemente por la generación renovable
Conviene destacar que el hecho de que EDP adelante el cierre de la térmica de Soto de Ribera no es baladí, y más porque se produce a pesar de las inversiones que se habían acometido en desnitrificación y desulfurización (para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno y las emisiones de azufre, respectivamente), tal y como exigía la Unión Europea, para operar más allá de junio de 2020. Aún no se sabe cuándo se producirá su fin definitivo, pero sí que EDP prescindirá del carbón por completo en 2030, apostando fuertemente por la generación renovable, como se recoge en su Plan Estratégico (2019-2022) y como ha recordado el CEO, António Mexia, en la presentación de resultados de la compañía correspondientes a 2019 este viernes.
Pero en el tema de los cierres adelantados de térmicas, no se puede olvidar que Endesa también lo ha hecho con las de As Pontes (A Coruña) y Litoral (Almería), que en un principio iban a operar más allá de junio de este año, tras haber acometido las necesarias inversiones para ajustarse a lo exigido por la UE. Y si no hay más adelantamientos en las despedidas, parece que dentro de unos meses sólo quedarán dos térmicas en España: la asturiana de Aboño (situada entre Gijón y Carreño), que se convertirá al gas y es propiedad de EDP, y la de Los Barrios (Cádiz), que pertenece a Viesgo.
Mientras, la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, engaña diciendo que habrá muchas oportunidades -también de empleo- con las energías verdes. En la sesión de control al Gobierno de esta semana, presumió de que existen propuestas “muy interesantes” por parte de los titulares de las centrales térmicas abocadas al cierre, pero añadió que las cosas “no ocurren de la noche a la mañana”. Así respondía a las críticas del diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, que la acusó de “promover el cierre de la industria” con su “sectario de ganar el concurso de Miss Ecologista”,