El Gobierno se rinde. Insiste en que el Estado de Alarma ha sido un éxito, al tiempo que lo desmonta
Antes de las manifestaciones en automóvil de Vox del pasado sábado 23, el Gobierno Sánchez empezó a ceder, después, y entrado ya el domingo 24, tras la conferencia de Sánchez con los presidentes de las 17 comunidades autónomas, Moncloa simplemente está desmontando el desastre y el fracaso del estado de alarma y del confinamiento esclavista al que ha sometido a los españoles.
La policía ha relajado la chulería y la prepotencia con las que se comportó en marzo y abril
Los ministros lo siguen describiendo como un completo éxito, naturalmente, pero ahora resulta que la desescalada -el descalabro, como se le empieza a conocer en Madrid- no sólo es asimétrica sino flexible y que todos, dependiendo de las “evidencias científicas” podrían recortar las dos semanas que cada comunidad debe mantener en cada fase.
Dicho de otra forma, cuando ‘Marisú’ Montero, ministra de Hacienda y vocera del Gobierno Sánchez, hace referencia a la responsabilidad, “de todos y todas”, lo que te quiere decir es que está buscando un culpable por si sucede cualquier tipo de rebote del virus: justamente usted, pero que los españoles no aguantan más y que si no relajan las cadenas se las soltarán ellos. Por de pronto, la policía ha relajado la chulería y la prepotencia con las que se comportó en marzo y abril.
Las comunidades autónomas se hartan de la coña de la cogobernanza. El doctor Simón censurado por atreverse a ‘censurar’ a Cataluña
Los ministros Hacienda, María Jesús Montero y de Sanidad, Salvador Illa, la más locuaz y el más lacónico, han merodeado alrededor de este fingimiento: el confinamiento ha terminado porque ha fracasado, pero que conste que ha resultado un éxito clamoroso. Y sobre todo ha terminado porque el Gobierno socio-podemita, se arriesga, o bien a un estallido social, o bien a algo mucho más temible: una desescalada, o descalabro, electoral.
Pero, ojo, Pedro Sánchez persiste en el Frente Popular: socialistas más comunistas más independentistas. Los mismo de la moción de censura.
Este domingo 24 de mayo ha dado más de sí. Las comunidades autónomas se hartan de la coña de la cogobernanza. Varias ya han planteado que eso de pasar las mañanas del domingo en conexión telemática con Sánchez ya no les mola. Más que nada porque lo de la cogobernanza, después del ‘no’ a Madrid, ya no cuela.
Moncloa hundió el turismo y la hostelería españoles: ahora quiere recuperarlos a marchas forzadas
Co-gobernanza significa que las comunidades autónomas proponen y el Gobierno dispone, según le convenga. Así que para qué perder las mañanas dominicales que sólo le ofrece coartada a Marisú para atacar a Pablo Casado, cuando asegura que sus presidentes autonómicos pocos menos que se escandalizan del “no” de Casado a la prórroga del Estado de Bienestar. Y eso es falso, pero Marisú casi te lo hace ver real. Es grande, Marisú.
Y luego lo del fuego catalán, porque Sanchinflas cede ante cualquier comunista, o cualquier separatista, con tal de mantenerse en el sillón. Y así, el intocable doctor Fernando Simón es censurado por atreverse a ‘censurar’ a Cataluña: No puede ser que no sepamos qué escondamos en Cataluña. Y lo dijo después de que Cataluña escondiera más de 600 muertos.
Y el derribo del esclavista e innecesario confinamiento (bastaba con un confinamiento mucho más suave) también da razón del giro copernicano del Gobierno en materia de turismo. Traducido: Moncloa hundió el turismo y la hostelería españoles y ahora quiere recuperarlos a marchas forzadas.
Marisú Montero insiste en que la culpa de su pacto con los proetarras la tuvo el PP, mientras acaricia la espalda del PNV
Que extraña red urdimos cuando por primera vez mentimos.
La ristra de embustes se mantiene. Si Illa insiste en que el confinamiento es un éxito comparándose consigo mismo, en lugar de hacerlo con los países de nuestro entorno todos ellos con menos muertos que lamentar que España, Marisú Montero insiste en que la culpa del pacto de Sánchez con los proetarras de Bildu la tuvo el PP, mientras acaricia la espalda del PNV para futuros pactos.
En el entretanto, y esto sí es cierto, el virus, en verdad, remite. Pero, atención, no remite por el confinamiento, la gran mentira del Moncloa, la que las envuelve a todas, sino por las razones que ya hemos repetido en Hispanidad: porque, como sus hermanos mayores, el coronavirus tiende a terminar, afortunadamente, su ciclo vital agresivo, porque nuestros cuerpos aprenden -lentamente, eso es cierto- a enfrentarse a su nuevo enemigo y… porque hace calor y a los coronavirus no les gusta el calor.
Insisto: el virus remite por esas razones, no por el confinamiento de Sánchez, que tan sólo ha servido para crear una población sumisa, alérgica a la libertad y, desde luego, para conseguir la ruina económica. En Hispanidad, seguiremos denunciando el gran embuste de Sánchez con el coronavirus, una y otra vez.
Sábado 23: 70 personas han muerto por coronavirus en España. Sí, un pequeño repunte pero en eso no miente el gobierno porque le conviene: el virus remite… pero no gracias al Gobierno. Y donde sí miente es al ocultar que España sigue siendo, de los países de nuestro entorno, el que peor lo ha hecho y, por tanto, el que más ha sufrido la incompetencia de Pedro Sánchez. A él lo que le importa es mantenerse en Moncloa un día más; a algunos nos duelen los muertos habidos por su negligencia.