Goirigolzarri defiende el modelo actual de Bankia.
Es la quinta vez que José Ignacio Goirigolzarri, comparece en el Curso APIE como presidente de Bankia. Justo cuando arrecia la campaña de Podemos y de la izquierda para estatizar Bankia, para que el Gobierno Sánchez compre el 40% que está en manos privadas y saque al grupo de bolsa.
Tras retorcerle el brazo un par de veces, Goirigolzarri confiesa, sin anunciar quien se lo ha dicho, como una mera cuestión personal, que “el actual estatus de Bankia no está en discusión”. Sus palabras concretas son que el modelo actual de Bankia, es decir, su carácter privado, no cree que “esté en discusión”.
Traducido. Que Pedro Sánchez no le va a dar a Podemos y a los sindicatos el gustazo de estatizar Bankia y sacarla del mercado bursátil. Todo esto, aún pendiente de la entrevista con la titular de Economía, Nadia Calviño, prevista para los próximos días.
Pero ojo, al mismo tiempo, se paraliza cualquier operación corporativa: Sánchez no puede declararle la guerra a Podemos
Ahora bien, la negativa a la izquierda política y a los sindicatos no deja de tener consecuencias.
Por ejemplo, paralizará cualquier actividad corporativa, como la fusión entre BBVA y Bankia que interesa tanto a FG como a Goiri… dependiendo de quién mande en la resultante, claro está.
Otrosí, dice Goiri que no le gustó (es el primer banquero en decirlo) cómo se gestionó la intervención del Popular y su regalo al Santander. Sin citar expresamente al Popular pero hablando de casos recientes, critica que no se proporcionara liquidez al Popular. Y no olvida que esta es la clave del todo.
En el día a día, el principal problema de Bankia continúa siendo el margen de intermediación
Y es que la unión bancaria está cada vez más dispuesta en entredicho. Como el conjunto del proyecto europeo, dicho sea de paso.
Digitalización. Sí, pero el 40% de nuestros clientes se relacionan con oficinas y cajeros, exclusivamente. El 80% de los clientes usaron las oficinas, además de otros canales. Atender a una clientela dual, separados por la brecha digital. Y hay que atender a ambas.