Markus Tacke e Ignacio Sánchez Galán.
Iberdrola ha conseguido el apoyo de los fondos de inversión en su estrategia contra Siemens por su desencanto tras la fusión con Gamesa. En concreto, exigirán a la alemana que lance una OPA sobre Gamesa, algo que también quieren los accionistas minoritarios (33% del capital), aunque la CNMV le eximió de esa condición tras presentar un plan de negocio, a pesar de que su participación quedaba en el 59%.
Claro que para Sánchez Galán, presidente de Iberdrola (a la derecha, en la imagen), no se ha cumplido nada de lo que prometió entonces, ni el plan de negocio ni que un español conduzca la gestión de la compañía. La participación de la eléctrica pasó del 20% al 8%, pero los problemas en la gestión se han trasladado a la cotización en bolsa, con una fuerte penalización (la acción estaba en 22 euros y ahora en 13).
Eso por un lado. Por el otro, también está en cuestión la españolidad. Recuerden que al consejero delegado previo a la fusión, Ignacio Martín -cuya continuidad se había asegurado para facilitar el proceso de integración-, le sustituyó en mayo no un español, sino el alemán Markus Tacke (a la izquierda, en la imagen).
Galán está harto de los errores de gestión... y de los relevos, como el asesor jurídico, un alemán que no habla castellano ni conoce la legislación española
A la presidenta de Siemens, Rosa García, le faltó tiempo para sustituir a Ignacio Martín, gestó acompañado después con las fugas de ejecutivos importantes (en noviembre), como Xabier Etxeberría, Ceo del negocio eólico terrestre (onshore), del director general Ignacio Artazcoz, y antes (octubre, en plena tormenta bursátil, en noviembre) de José Antonio Cortajarena, director de la asesoría jurídica, sustituido por Jürgen Bartl, que no sabe español ni conoce el derecho español y para más colmo, quería ejercer su labor desde Alemania.
Las quejas de Sánchez Galán son conocidas -las ha expresado públicamente, como a Bloomberg (en lel video)- pero la batalla se acerca y se verá en la próxima junta de Siemens Gamesa, el próximo viernes. De puertas adentro, Galán ha llegado a plantear la necesidad de recuperar el honor perdido en Siemens Gamesa.
Lo mismo ocurre con el propio funcionamiento del Consejo de Aministración, con convocatorias extraordinarias, por ejemplo, sin proporcionar previamente la información y documentación que requiere para los consejeros que acuden a esas reuniones. Llueve sobre mojado.
Siemens practicó en Gamesa lo que ha practicado después en la división ferroviaria, Siemens Rail Automation, la empresa de origen español que es lo que gracias a la compra, en 2013, de Dimetronic. Ha tumbado el equipo español, con Jesús Guzmán, al frente. Ahora, encima se encuentra con la plantilla también ha estallado porque lleva con los suelos congelados desde 2015.
Iberdrola, de momento, ha forzado la inclusión de dos puntos en el orden del día de la junta de Siemens Gamesa -la ratificación de la sede en España y el reforzamiento del gobierno corporativo en operaciones vinculadas-, pero el objetivo va más allá: la exigencia de una OPA. Y está dispuesta a llegar más lejos, a los tribunales, con el apoyo de los fondos.
Iberdrola está dispuesta a llegar a los tribunales por el papel de la CNMV, mientras Markus Tacke se jacta de su amistad con Sebastián Albella
Claro que esa exigencia supondría la revocación del permiso anterior de la CNMV para no hacerlo. Paradójicamente, el Ceo de Siemens Gamesa, Markus Tacke, se jacta de su amistad con Sebastián Albella, presidente de la CNMV, que ya está en el alero por su vinculación con el bufete que asesoró la fusión, Linklaters. Albella se ausentó de la reunión del regulador en el que se dio el visto bueno a la fusión y ha insistido después en su "abstención radical" en cualquier asunto de Siemens-Gamesa.