- Fueron ellos los que le insistieron para que nombrara un Ceo.
- El caso es que Florentino lleva dos años retrasando la llegada de Marcelino.
- Y no digamos su sucesión. El presidente de ACS y del Real Madrid es otro que no se retira nunca.
- En todo caso, a los minoritarios no les disgusta.
- Lo que más rechazo provoca es la remuneración del Consejo y la ratificación de Echenique como consejero.
Hace dos años, en la junta de accionistas de 2014,
Florentino Pérez aseguró a los periodistas que
Marcelino Fernández Verdes (
en la imagen, a la derecha de Florentino), Ceo de las filiales
Hochtief y
CIMIC (antigua Leighton), sería nombrado consejero delegado del grupo. Sí,
ACS iba a contar con dos Ceos:
Florentino, que además es presidente, y
Fernández Verdes. Un lío.
En la
junta de 2015, sin embargo, matizó el entuerto. ¿Cederá la gestión al nuevo Ceo? "Yo no cedo nada", fue su respuesta. Es decir, el organigrama quedaría con
Florentino como presidente ejecutivo, con todos los poderes, y
Fernández Verdes como consejero delegado. ¿Cuándo iba a suceder? Previsiblemente a principios de 2016 -primer trimestre-, en cuanto concluyera la reestructuración de
Hochtief y de
CIMIC. Durante la última conferencia con analistas -febrero 2016-,
Florentino aseguró que al proceso le quedaba muy poco.
La llegada de
Fernández Verdes estaba entonces más cerca, hasta que este jueves,
Florentino ha dejado el asunto en el aire. Ahora no sabe cuándo culminarán las reestructuraciones mencionadas y, por lo tanto, cuándo vendrá su número dos que, por cierto, no ha acudido a la reunión anual celebrada este jueves en Madrid.
Florentino está más cómodo así, como presidente y consejero delegado, todo al tiempo, y sin un número dos. Fueron los
March, en su etapa de máxima influencia en la constructora, los que le insistieron una y otra vez para que nombrara un Ceo. Él, presidente, y el día a día lo llevaría un Ceo como, por ejemplo,
Fernández Verdes. Florentino se resistió y ahora, con los
March en retirada, le ha cortado el paso a
Marcelino. Concretamente, lleva dos año retrasando su aterrizaje en la planta noble de
ACS. Y no digamos ya su sucesión. El presidente del grupo y del
Real Madrid es de los que no se retira nunca.
En cualquier caso, no parece que a los minoritarios les moleste mucho. Ni un solo accionista ha pedido la palabra.
Florentino sólo ha tenido que enfrentarse a un ex empleado de
Dragados que ha expuesto su malestar porque no ha recibido la jubilación que esperaba.
Lo que más rechazo provoca en los accionistas es, cómo no, las
remuneraciones de los consejeros. El 26,9% no está de acuerdo con ellas y sólo el 72,8% cree que son adecuadas. Es un asunto que no deja indiferente a casi nadie. Únicamente se ha abstenido el 0,1%.
Curiosamente, lo segundo más 'contestado' de la Junta no tiene que ver con Florentino, sino con
Javier Echenique Landiríbar. El 24,54% de los accionistas han rechazado su ratificación como consejero y el 2,52% se ha abstenido. Sólo le ha apoyado el 72,93%. Echenique es, además de consejero de ACS, vicepresidente del Sabadell y consejero de Repsol y de Grupo Empresarial ENCE.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com