A Isabel Celaá no le gusta la libertad educativa porque privilegia la enseñanza pública frente a la concertada
Como saben, la ministra de Educación, Isabel Celaá, quiere cargarse la asignatura de Religión, que será de oferta obligatoria pero de elección voluntaria y no contará para la nota media. Al mismo tiempo, implantará una nueva asignatura obligatoria en Primaria y Secundaria de Valores Cívicos y Éticos… (que no religiosos) que explicará a niños de 10 años qué es el coito anal y el sexo oral.
En las reuniones que el Ministerio de Educación y algunas consejerías autonómicas del ramo ya se ha visto que la nueva asignatura será una copia de la de Educación para la Ciudadanía, promovida por Zapatero. O sea, otro invento que incida en lo progre y, cómo no, en la ideología de género, siguiendo fielmente los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM), entrando no solo en aspectos morales, sino también afectivos y sexuales.
La nueva asignatura incidirá en lo progre y en la ideología de género, siguiendo fielmente el Nuevo Orden Mundial (NOM)
Al hilo de esto convendría recordar algunas cosas de Educación para la Ciudadanía (EpC), que se implantó en Primaria y Secundaria en el curso 2009-2010. En septiembre de 2009, la asociación Profesionales por la Ética (entonces presidida por Jaime Urcelay, que hoy es vocal de la misma), presentó un informe sobre la asignatura criticando que los contenidos previstos para niños de 10 y 11 años eran suficientemente graves para que EpC fuera eliminada, como recogió Religión en Libertad.
Es más, Profesionales por la Ética denunció que EpC insistía en “formar una dimensión emocional y ética de la personalidad, lo cual plantea serios reparos, tanto en un plano pedagógico como en el del respeto a la intimidad de los alumnos y a la libertad de los padres en la educación moral de sus hijos”. Leonor Tamayo, madre de familia numerosa, profesora, portavoz y coordinadora del movimiento objetor a la EpC (actual presidenta de Profesionales por la Ética), denunció que el Ministerio de Educación incluyera en su web un material multimedia denominado Sexpresan recomendado expresamente para alumnos y docentes de EpC. “Un recurso didáctico que incita a los adolescentes a las relaciones sexuales ocasionales y tempranas, les explica qué es el coito, incluido el anal, qué es el sexo oral y cómo pueden practicarlo utilizando preservativos de sabores”. Asimismo, “se les indica que pueden ser, por este orden, homosexuales, heterosexuales o bisexuales. Se representa, con pelos y señales, cómo se pone un preservativo, cómo pueden masturbarse en solitario o en compañía de otros. Finalmente, se les recomienda cuál es la vía legal que deben elegir para abortar y dónde pueden hacerlo”.
EpC incitaba a las relaciones sexuales ocasionales y tempranas, según denunció Profesionales por la Ética
Una imposición de la ideología de género en las aulas de la que también alertó quien mejor comprendió el NOM, el sacerdote Juan Claudio Sanahuja (fallecido en 2016). En su libro Poder Global y Religión Universal, escribió: “La falsa espiritualidad del nuevo orden es compatible con inculcar a los niños desde los 5 años la normalidad de la homosexualidad y la masturbación, e instruirlos en el uso de los preservativos y de la píldora del día después, mentalizándolos en que el aborto es un derecho, como propone la Unesco. Relacionado con el plan de la Unesco, se conoció que en España, como contenido de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, para niños entre los 10 y 11 años, el Ministerio de Educación recomienda educarlos en la inocuidad del coito anal y el sexo oral y manda instruirlos en el uso de los preservativos saborizados”.
Y ojo, porque todo esto supone un ataque al artículo 27 de la Constitución, concretamente, al derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo a sus propias convicciones, incluyendo el peligro en el que está la enseñanza concertada. Además, deberían tener en cuenta el fracaso que ha tenido la educación progre del socialista Emiliano García-Page en Castilla La Mancha.