José Antonio Fernández Gallar es el cuarto consejero delegado de OHL en cinco años
OHL publicó sus resultados del primer semestre el miércoles por la tarde, tras el cierre del mercado. Había que esperar, pues, a este jueves para comprobar la reacción de los inversores. Y ha sido la peor de las esperadas: a cuatro horas del cierre, las acciones de la compañía caen más de un 22%, hasta los 2 euros por título.
OHL está en una encrucijada y no es por la caída en bolsa. El problema de la constructora es mucho más serio: el negocio no funciona. En otras palabras, los ingresos son insuficientes y no logran cubrir el consumo de caja, que en semestre ascendió a 430 millones de euros.
Desde la venta de Concesiones, OHL ha centrado su actividad en construcción, la división original de la compañía y que tan buenos resultados dio en el pasado pero que ahora presenta muchas dudas: los ingresos descendieron un 9,9% en el segundo trimestre y el Ebitda fue de -76,8 millones de euros, frente a los 13,3 millones positivos de junio de 2017.
Los ingresos son insuficientes y no logran cubrir el consumo de caja
En definitiva, son unos resultados peores de lo esperado y sin perspectiva de mejorar. De esta manera, a OHL se le presentan dos opciones: o liquidación -si lo prefieren, venta- o salvamento con cargo a Grupo Villar Mir. Efectivamente, o el máximo accionista -GVM posee el 38,3% a través de Inmobiliaria Espacio- se compromete con la constructora o no cesarán las caídas en bolsa.
Compromiso que se puede concretar en una ampliación de capital con derecho de suscripción preferente. Existe otra manera de mostrar compromiso, pero es menos transparente y podría acarrear querellas por parte de accionistas minoritarios: aprovechar la caída en bolsa para lanzar una Opa por el 100% de la constructora.