Isabel Celaá se cargó la libertad educativa y ahora el TC lo avala. Qué democracia tan chula tenemos en España
Los docentes podrán hacer pasar de curso a sus alumnos en Primaria cuando «hayan alcanzado el desarrollo correspondiente de las competencias básicas y el adecuado grado de madurez» y en Secundaria atendiendo a la «consecución de objetivos, adquisición de competencias y valoración de las medidas que favorezcan el progreso del alumno» sin que, en ningún caso, el número de suspensas «pueda ser la única circunstancia a tener en cuenta en la decisión sobre la promoción».
Así se desprende del borrador de real decreto por el que se regula la evaluación y las condiciones de promoción de la Educación Primaria, la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el Bachillerato, al que ha accedido ABC.
La propuesta del ministerio de Educación es una nueva 'oportunidad' para que los internautas opinen:
Isabel Celaá permitirá que los alumnos puedan presentarse a la Selectividad sin aprobar todas las asignaturas. Y que en Primaria y Secundaria se pueda pasar de curso en función de la madurez y sin que importe el número de suspensos.
— Toni Cantó (@Tonicanto1) June 16, 2021
“La pieza clave, es la excelencia” pic.twitter.com/BjXCWHn1AI
De nuevo pues, la ministra de Educación entroniza la pereza. Es el pensamiento Celaá que dicta que si los alumnos repiten mucho... pues suprimimos las repeticiones. Pedir más esfuerzo no es progresista. O también, más reciente, doña Isabel no quiere penalizar los errores del alumno ya que -piensa la titular de Educación- al discente no se le puede ni suspender: podría traumatizarse.
Al final, Celaá se autoconvence de que su pensamiento es el acertado cuando nos dice, por ejemplo, que durante la pandemia “los alumnos han estudiado más porque tenían miedo”... ¿al coronavirus? ¿a los supensos? ¿a la Lomloe?