- En concreto, cinco de los ocho que hay en España: los dos de Almaraz, los dos de Ascó y el de Vandellós II.
- Mientras, el reactor de Trillo fue obra de Siemens KWU, filial conjunta del gigante alemán y AEG.
- Por su parte, los de las centrales de Garoña y Cofrentes fueron construidos por General Electric.
- Mucha tecnología estadounidense, aunque las centrales son propiedad de Endesa, Iberdrola, GNF y HC Energía (ahora, china).
- Tampoco hay que olvidar que las licencias vencen entre 2020 y 2024, y será necesario prorrogar su vida útil.
Westinghouse, la filial estadounidense de energía nuclear de
Toshiba, se va a declarar en
quiebra, según
Reuters. Esto no es baladí porque la mayoría de
reactores nucleares españoles llevan su sello.
Tras la declaración de bancarrota, Westinghouse podrá renegociar o romper contratos de construcción que se han visto afectados por
retrasos y sobrecostes, justo cuando el grupo japonés sufre la peor crisis económica de su historia. Un paso al que se ha visto abocada después de que la surcoreana Korea Electric Power Corp (
Kepco) descartará comprar la participación mayoritaria de Toshiba, como informó
Expansión. Todo ello, once años después de que Toshiba comprara Westinghouse -entonces filial en EEUU del grupo de energía nuclear estatal británico British Nuclear Fuels (BNFL)- por 4.500 millones de euros.
Al otro lado del Atlántico, en España, Westinghouse es una empresa conocida, pues construyó cinco de los
ocho reactores nucleares que tenemos, (todos, excepto Garoña, funcionando). En concreto, los dos de
Almaraz (Cáceres), los dos de
Ascó (Tarragona) y el de
Vandellós II (también en Tarragona,
el cual puede verse en la imagen).
Mientras, el reactor de la central nuclear de
Trillo (Guadalajara) fue obra de
Siemens KWU, una filial conjunta formada por el gigante alemán y
AEG. Por su parte, los de las centrales de
Garoña (Burgos) -donde ahora hay
guerra abierta entre el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el ministro de Energía, Álvaro Nadal- y
Cofrentes (Valencia) fueron construidos por la estadounidense
General Electric.
Mucha tecnología estadounidense, como ven, pero una cosa es la construcción del reactor y otra la
propiedad de la central, donde las empresas españolas mandan.
En concreto, Garoña es propiedad de Nuclenor (sociedad donde participan al 50%
Endesa e
Iberdrola); en Almaraz I y II poseen el 53% y el 36%, respectivamente, y las acompaña
Gas Natural Fenosa (11%). Endesa manda en Ascó I (100%), Ascó II (85%, el 15% es de Iberdrola) y Vandellós (72% frente al 28% de Iberdrola); la eléctrica de Galán posee el 100% de Cofrentes y el 48% de Trillo, donde GNF (34,5%),
HC Energía -eléctrica asturiana comprada por la portuguesa EDP y vendida a los chinos de CGTC- (15,5%) y Nuclenor (2%) completan el accionariado.
Tampoco hay que olvidar que las licencias de las centrales nucleares
vencen entre 2020 y 2024 (Vandellós y Almaraz en 2020, Ascó y Cofrentes en 2021 y Trillo en 2024). Eso sí, será necesario prorrogar su vida útil, pues
la energía nuclear es imprescindible en España porque produce el 21,38% de la electricidad y contamina poco.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com