• Será una fábrica de modelos de Scania y Man, filiales del grupo Volkswagen.
  • Los directivos de SEAT coordinarán la operación: dominan el español y también la cultura del grupo alemán.
  • Cuba no puede seguir viviendo del turismo, necesita industria, tras su apertura por el fin del bloqueo de EEUU.
Tras el fin del bloqueo de EEUU, como saben, Cuba se ha convertido en un bocado jugoso para las empresas de todo el mundo, pues necesita impulsar su economía. El Gobierno de la isla caribeña que encabeza Raúl Castro considera una prioridad renovar el parqué de autobuses urbanos e interurbanos, así como potenciar la industria. Por ello, ha ofrecido a SEAT, filial del grupo Volkswagen (VW), la antigua planta del empresario español Eduardo Barreiros.¿Y quién era Eduardo Barreiros? La gran mayoría de los lectores, excepto los más jóvenes, sabrán que hablamos del que muchos definieron como el Henry Ford español. Barreiros fue un empresario industrial gallego, famoso por realizar la transformación patentada de motores de gasolina a diésel, así como por la fabricación de camiones y vehículos industriales.Eduardo Barreiros se introdujo en el mundo de la automoción a los doce años, ayudando a su padre, que había montado una línea de autobuses. Allí empezó a realizar labores de mantenimiento y después entró en un taller mecánico. En los años 40, se casa con Dorinda Ramos, mientras España sufre una disminución de abastecimiento de petróleo y los motores empiezan a instalar equipos de gasógeno (se alimentaban con vapores y gases de la combustión de leñas y carbones). A finales de la década, Barreiros comienza la transformación de motores gasolina a diésel, que patentó en 1951, y recibe un buen número de peticiones, por lo que crea su propia empresa, a la que se unirían otras.En los años 60, Barreiros tenía una delicada situación financiera y se asoció con la estadounidense Chrysler para introducir en España el vehículo de lujo Dodge Dart y el utilitario Simca 1000 con los que poder competir con SEAT. La aventura acaba en 1967 y Barreiros se ve obligado a no trabajar en la industria automovilística un tiempo, que aprovecha para entrar en otros sectores, como el agroalimentario o el minero.Finalmente, en los 80, con 61 años de edad, Barreiros crea Diésel Motores Industrias S.A. (DIMISA), que le llevaría a Cuba. Ganó un concurso internacional y firmó un contrato con el Gobierno de Fidel Castro para desarrollar la automoción de la isla, destacando la producción de motores diésel Taíno. Pero la caída del muro de Berlín y del comunismo sumieron a Cuba en una gran crisis, en la que Barreiros poco pudo hacer, pues falleció en 1992 cuando preparaba su incursión en Angola.Volvamos a la actualidad y al ofrecimiento de Raúl Castro a SEAT, que además acaba de anunciar que lanzará un nuevo modelo de Ibiza y un SUV. La antigua planta del empresario gallego amigo de Franco, que previamente fue la planta de motores Amistad Cubano-Soviética y sede de la estadounidense Ambar Motor's antes de 1959, será una fábrica de modelos de Scania y Man, filiales del grupo VW especializadas en vehículos industriales y fusionadas en Truck & Bus desde el pasado octubre.Raúl Castro destaca en su oferta tres aspectos muy positivos para SEAT y con ello, para el gigante alemán al que pertenece. Primero, hay una factoría. Segundo, hay un puerto cercano (el de Mariel, a 45 kilómetros de La Habana y construido por la compañía brasileña Odebrecht) para poder hacer exportaciones, que da lugar a la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), donde se dan facilidades a las empresas extranjeras, permitiendo que se instales sin la obligación de asociarse a compañías estatales. Y tercero, Cuba será un buen cliente, pues renovar el parqué de autobuses urbanos e interurbanos e impulsar la industria son prioridades. Además, Cuba no puede seguir viviendo sólo del turismo, como hasta ahora, necesita industria, tras su apertura por el fin del bloqueo de EEUU.Los directivos de SEAT coordinarán la operación porque dominan el idioma (español) y también la cultura del grupo alemán. En relación a esto último, hay que destacar las palabras del presidente de la filial española, Luca de Meo, que refiere que VW tiene una "biblioteca": en total, sabe hacer muchas cosas, gracias a sus filiales; por ejemplo, Scania y Man están especializadas en vehículos industriales y Seat es muy buena en diseño y tiene su propio equipo. De hecho, la española tiene 25 centros en el mundo, uno de ellos está en Martorell (Barcelona) y da empleo a 1.000 personas. Además conviene subrayar que tras el 'diéselgate', el español Francisco Javier García Sanz, vicepresidente de compras de VW ha salido reforzado.Cristina Martín cristina@hispanidad.com