• Mediaset (31%) y Atresmedia (26,8%) acaparan casi el 58% de la cuota de pantalla, mientras el ente público sólo alcanza el 16,7%.
  • En lo económico, el Duopolio también gana: beneficios de 265 millones frente a unas pérdidas de 37 millones.
  • Tras la CNMC, ahora la SEPI critica el modelo de financiación: supresión de la publicidad e imposición de tasas a telecos y tv privada.
  • RTVE no ha sabido adaptarse al nuevo usuario y al entorno audiovisual, quedándose atrás en la transformación digital.
  • Pero tampoco ha sacado provecho al enorme potencial de su archivo, el mayor del mundo hispano en vídeo y audio.
Mucho han cambiado las cosas en el panorama televisivo español desde sus inicios en la década de los 50 del siglo XX. TVE (hoy integrada en la Corporación RTVE) ha pasado de ser la primera cadena, la única y la reina de la pequeña pantalla a ser una más y encontrarse en estado crítico por el Duopolio, la falta de ingresos y la poca vista. El ente público ha perdido la destacada posición de liderazgo que aún tienen algunos de sus homólogos europeos, como la BBC británica o la ZDF alemana. Esto se debe a que en España tenemos el duopolio televisivo más poderoso del viejo continente. Como saben, sus dos integrantes son Mediaset y Atresmedia, que cada vez están más cerca de recibir el 90% de los ingresos publicitarios televisivos. Un suculento pastel del que RTVE tiene prohibido comer desde 2010, gracias al Gobierno Zapatero. Pero el Duopolio no sólo lidera en ingresos de publicidad sino también en audiencia. En 2015, Telecinco-Cuatro tuvo una cuota de pantalla del 31% y Antena3-La Sexta, del 26,8%. De esta forma, los dos grupos televisivos, que hoy cuentan con siete y seis canales, respectivamente, acapararon casi el 58%. Mientras, el ente público sólo alcanzó el 16,7% de cuota de pantalla, a pesar de sus cinco canales. En lo económico, el Duopolio también gana la partida, en gran parte por los elevados ingresos publicitarios: el año pasado obtuvo unos beneficios de 265 millones de euros frente a las pérdidas de 37 millones que presentó RTVE. Unos números rojos que fueron inferiores a los de otros años, pero demuestran que el modelo de financiación no funciona y las tasas impuestas a los operadores de telecomunicaciones (0,9% de los ingresos) y a la televisión privada (3%) son insuficientes. Además, junto al poder del Duopolio, también hay que mencionar la implantación de la TDT, la irrupción de nuevos operadores vinculados a telecos y de las plataformas digitales de contenidos. Tras la CNMC, que aseguró a finales de julio que la publicidad debía volver a RTVE, ahora es la SEPI (propietaria del 95,7% del ente público) la que critica el modelo de financiación. En un informe de evaluación de la gestión de RTVE, debatido en el consejo de administración de la empresa pública, al que ha tenido acceso El País, afirma que atraviesa una etapa crítica y pide un plan estratégico. La SEPI también considera que RTVE no ha sabido adaptarse al nuevo usuario y al entorno audiovisual, quedándose atrás en la transformación digital. Pero tampoco ha sacado provecho al enorme potencial de su archivo, el mayor del mundo hispano en vídeo y audio, pues cuenta con más de 600.000 programas disponibles. O se ponen manos a la obra o RTVE -ayer, reina y hoy, plebeya de la pequeña pantalla- podría ser aún menos importante de lo que es ahora. Cristina Martín cristina@hispanidad.com