Sánchez quiere mantener el Estado de alarma… por lo menos hasta julio. Si no lo evitamos, España se convertirá en una dictadura
Nuevo consejo interterritorial, donde el presidente del Gobierno Pedro Sánchez se reúne en misa dominical (bueno, en misa satánica) con los presidentes de las comunidades autónomas durante la mañana del domingo.
Como caminamos hacia una tiranía, de corte bolivariano, el Gobierno Sánchez necesita presumir de aquello que adolece: de que él no impone normas, las ‘consensúa’.
Y así, cuando la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, sale a escena para dar cuenta del Consejo, acompañada de otro hombre por la transparencia, el titular de Sanidad, Salvador Illa, ambos destacan que el plan de co-gobernanza entre el gobierno central y las comunidades autónomas funciona a las mil maravillas.
Entonces, ¿por qué Madrid está en la Fase O, muy a su pesar? ¿Por qué el socialista Ximo Puig ha montado la escandalera desde Valencia porque no se le permitió hacer lo propio?. Es decir, que co-gobernanza no es co-gobernar sino que tú, región, pruebes lo que yo, Moncloa, digo, para poder presumir de democracia.
Un día después de imponer la Fase 0 a Madrid, Salvador Illa asegura que la co-gobernanza funciona
En paralelo, las nuevas cifras de Fernando Simón suponen, para Illa, el objetivo cumplido. Al parecer, el objetivo del Gobierno español consiste en batir el récord de infectados y fallecidos por el Covid.
El objetivo se ha cumplido. ¿Era un objetivo superar los 40.000 muertos (16.000 escondidos) y ser el país con más fallecidos por habitantes?
¿Era un objetivo convertir a España en el epicentro mundial del Coronavirus, en el país con más contagiados y sanitarios infectados del Mundo? En buena parte, por la incompetencia del Gobierno que encima se jacta de su éxito.
Y María Jesús Montero, a lo suyo. Ya he dicho que la portavoz del Ejecutivo es un valor impagable del gobierno socio-podemita, una verdadera virtuosa de la mentira. Jamás le cogerán en un renuncio. Como las grandes embusteros de la historia, como lo mejor de lo mejor, Marisú dice siempre la verdad, nada más que la verdad… pero jamás dice toda la verdad.
Así, nuestra inteligentísima andaluza asegura que el estado de alarma es el único mecanismo, y el más garantista, para mantener la restricción de derechos fundamentales, como el derecho a la movilidad. Y eso es cierto es, de todas las excentricidades jurídicas, el estado de alarma es el que menos libertades reduce. Es más, no está preparado para limitar ningún derecho fundamental, por ejemplo la libertad e culto, razón por la cual Vox ha acudido al Tribunal Constitucional.
Eso sí, se le olvidó decir toda la verdad. Se olvidó que el Gobierno bien podría haber acudido al estado de excepción. ¿Por qué optó por el de alarma? Sencillo: porque con el estado de excepción tampoco podría elaborar legislación ordinaria. Y vaya sí lo está haciendo: una legislación que apunta hacia el comunismo bolivariano.
Y Sánchez se encuentra muy a gusto con el estado de alarma. Tanto es así que pretende extenderlo… por lo menos hasta julio. Si no lo evitamos, España se convertirá en una dictadura, no lo duden. Y don Pablo Casado, llevado de su carácter moderado y estadista, acabará pasando a la historia como otro de los líderes de la derecha tibia española, que nunca se pusieron colorados, siempre fueron amarillos… y acabaron cerúleos, que es el color de los muertos.
Orden que controla la movilidad: en los vehículos pueden ir todos los asientos ocupados mientras se trate de convivientes. Y dos personas por moto. ¡Demasiada libertad!
Volvamos a Marisú, emperatriz de la trola (insisto en mi admiración hacia este mujer). Preguntada por el mensaje anti-Ayuso de Ferraz, María Jesús promete que Sánchez no ha atacado nunca a ningún presidente autonómico porque ahora, lo importante es la unidad. El PSOE sí lo ha hecho, de acuerdo, pero recuerden -reta Marisú a su público- Sánchez nunca. Y Sánchez nada tiene nada que ver con el PSOE: tan sólo es el secretario general.
Hablando de legislación ordinaria metida de rondón en tiempos extraordinarios: nueva Orden que controla la movilidad. Ahora, en los vehículos podrán ir todos los asientos ocupados mientras se trate de “convivientes” (palabreja que significa eso que están ustedes pensando). Y dos personas por moto.
En mi opinión demasiada libertad, casi libertinaje.
Menos en Madrid, claro. Que se fastidien, por peperos. Enjaulados hasta pasado el Puente de San Isidro.