Total ha tenido unas pérdidas de 7.094 millones de euros en el primer semestre por la depreciación de activos debido al desplome de los precios del petróleo y a la crisis del coronavirus. Sin embargo, como hizo entre enero y marzo, sigue manteniendo el dividendo (en concreto el segundo a cuenta, que será de 0,66 euros por acción).

La petrolera francesa ha acusado la pandemia y el descenso de precios del crudo y del gas, pues se ha reducido su flujo de tesorería un 52%, hasta 4.065 millones. Eso sí, ha seguido con un nivel similar de inversiones, entre las que destaca la compra de activos de ciclo combinado (850 MW) y una parte de la cartera de clientes de electricidad a EDP en España por 515 millones.

El resultado operativo neto ajustado cae en todos sus negocios, excepto en gas y renovables (+21%): quiere ser neutra en emisiones en 2050

Entre las pérdidas (-7.123 millones corresponden al segundo trimestre). Por negocios, el resultado operativo neto ajustado se ha desplomado un 87% en el negocio de exploración y producción; un 44% en el de mercadotecnia y servicios; y un 35% en el de refinerías; pero ha subido un 21% en el de gas y renovables. Esto último demuestra que su estrategia de ser neutra en emisiones en 2050 sigue intacta. 

Eso sí, las ventas han aguantado algo mejor la situación, pues se han situado en 59.242 millones al cierre del primer semestre, frente a los 87.200 millones de hace un año. Parece que podría haber ayudado la práctica de comprar crudo barato para venderlo, en paralelo, en el mercado de futuros a precios más altos, que también practican las petroleras Shell y BP, como recoge Business Insider.