Los vendedores de automóviles quieren que se mantenga el empleo
La patronal de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas y de maquinaria agrícola (Faconauto) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y recambios (Ganvam) han defendido la reforma laboral y han pedido que se asegure el empleo. Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, ha pedido “mantener la reforma laboral sin complejos” y su homólogo en Ganvam, Raúl Palacios, ha añadido que “es imposible mantener el empleo por decreto”.
En la Cumbre empresarial de la CEOE, Pérez ha señalado que la reforma laboral “no beneficia sólo a empresarios, también a trabajadores”. Al hilo de esto, ha destacado que del 10% del PIB que aporta el sector automovilístico, una tercera parte procede de la red de concesionarios, la cual tiene 161.500 empleos directos y unas 5.700 pymes.
Palacios ha insistido en que hay que “garantizar que las empresas puedan seguir con su actividad sin destruir las familias y que las familias puedan consumir”, pues “prohibir el despido e imponer el pago de nóminas con la actividad al ralentí abocará a muchas al cierre”. Por ello, ha propuesto que se busquen fórmulas de colaboración público-privadas y que el Estado subvencione las plantillas acogidas a los ERTE, como hasta ahora, y las empresas se comprometan a mantenerlos; una medida que ha calificado como “sueldo mínimo vital”, frente al Ingreso Mínimo Vital (IMV) que se obtiene sin trabajar.
Asimismo, Palacios ha pedido que no se olvide a la distribución de automóviles, que tiene 450.000 empleos directos. Considera que es importante construir un horizonte largoplacista ante la digitalización y las nuevas formas de movilidad, porque se está pasando de comprar vehículos a comprar servicios de movilidad que hacen empresas de fuera de España y considera que las pymes no están preparadas y se las debe ayudar en esta transformación.
Paralelamente, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha dado los datos de matriculaciones de turismos de mayo, que han caído un 52,3%. España ha sido el país que se ha anotado el mayor desplome (-72,7%) entre los cuatro principales mercados, muy por encima de los de Francia (-50,3%), Italia (-49,6%) y Alemania (-49,5%).