Los tentáculos censores de Internet
Cuando Facebook compró WhatsApp en febrero de 2014, uno de los aspectos que vigiló Bruselas antes de dar su visto bueno fue la independencia de ambas compañías en lo referente a los datos personales de los usuarios. Mark Zuckerberg aseguró entonces que no existía tal transmisión, entre otras razones, porque no contaban con la tecnología para hacerlo. Mintió, y tres años después -mayo de 2017-, Europa le impuso una sanción de 110 millones de euros.
Pues bien, esa vinculación, hasta ahora voluntaria, será obligatoria a partir del 8 de febrero. El usuario que quiera seguir utilizando WhatsApp deberá permitir que la aplicación comparta los datos con Facebook.
La red social, sin embargo, ha querido lanzar un mensaje tranquilizador a Bruselas: WhatsApp todavía no comparte los datos de los usuarios de la Unión Europea con Facebook. ¿Alguien se lo cree?
Por supuesto, todo esto es por el bien del usuario y no tiene nada que ver con el hecho de que Facebook se haya convertido, junto a Twitter y Google, en uno de los censores globales de internet. Sin ir más lejos, Zuckerberg anunció esta semana que bloqueará indefinidamente las cuentas de Facebook e Instagram de Trump, al menos mientras continúe en la Casa Blanca.
¿Cuál es la alternativa? Cancelar la cuenta de Facebook y pasarse a Telegram.