Esta nueva entrega de la famosa franquicia de comedias de acción, que se traduciría en España como Chicos Malos: Cabalgar o morir,  vuelve a tener como protagonistas a dos policías nada comunes, Marcus Burnett y Mike Lowrey. Argumentalmente sigue la historia de Bad Boys for life (la entrega anterior) tras constatar la pareja de policías que el asesinato de su querido capitán Howard fue algo más complicado de lo que suponían y que entraba dentro de una grave conspiración.

Supone el regreso a la gran pantalla del popular actor Will Smith, tras la  bofetada que le propinó a Chris Rock en la edición del año 2022 de los premios Óscar, que ha tenido como consecuencia que se le haya prohibido asistir a cualquiera de sus eventos durante 10 años. Como ocurrió con la entrega anterior Bad Boys for life(2020), vuelve a formar pareja con el actor cómico Martin Lawrence y repite, como director de la película, es el belga Adil El Arbi.

Con continuo movimiento los 115 minutos de metraje, aunque tiene un argumento recurrente en las películas policiacas (la corrupción dentro de los cuerpos de seguridad), es un film de “cine de palomitas” porque carece de trascendencia la trama mientras que la comicidad vuelve a recaer en el personaje de Marcus, que interpreta Martin Lawrence, que puede hacer auténticas locuras por “unas chuches”. Sigue siendo perfecta la química entre los dos actores negros: Will y Martin. En cuanto a las escenas de acción hay momentos que están filmadas de forma tan rápida que no se ve absolutamente nada aunque otras están rodadas con maestría.

Aunque a priori sería una película que podría agradar a niños a partir de 10 años, ciertas frases groseras pronunciadas por Lawrence y un exceso de “tacos”, no la hacen recomendable para todos los públicos. 

Cuenta con una banda sonora super pegadiza.

Para: los que les guste Will Smith y para los que les agrade el humor de Martin Lawrence.