Tras décadas, y después de una tragedia familiar, la familia Deetz regresa a su casa en la ciudad de Winter River. La adolescente Lydia, de la primera película, es ya madre de familia pero sigue atormentada por el fantasma de Bitelchús. Todo se complica cuando su hija adolescente, Astrid, encuentra en el ático la misteriosa maqueta de la ciudad y, desgraciadamente, el portal al Más Allá se abre de forma accidental y vuelve a entrar en escena el terrorífico Bitelchús…

El niño grande e imaginativo de Hollywood, Tim Burton, se apunta a la moda actual de realizar secuelas de películas anteriores. Así, hace regresar a la gran pantalla a uno de sus personajes más diabólicos, Bitelchús, encarnado nuevamente por Michael Keaton.

Como es habitual en la mayoría de las películas de la filmografía de Tim Burton, Bitelchús, Bitelchús se enmarca en el cine gótico en el que se dan la mano el terror, los elementos sobrenaturales y donde es usual la aparición de fantasmas de todo tipo y condición. Pero en esta película Burton ha apostado porque el humor negro estalle continuamente. De nuevo ha acertado con el casting y la joven Jenna Ortega, famosísima gracias a la serie televisiva Miércoles, del mismo director, está espléndida como la adolescente Astrid. Jenna trabaja al lado de las dos estrellas protagonistas que ya intervinieron en la película original de Bitelchús, hace treinta y cinco años, Michael Keaton y Wynona Ryder, sin olvidar el papel de la bellísima Monica Bellucci, actual compañera sentimental del cineasta.

A partir de un guion de Alfred Gough y Miles Millar (Miércoles), que incide en la fuerza de las relaciones materno filiales, se relata una historia fantástica cuya baza fuerte es la parte visual. Para esa parte técnica Burton ha logrado una excelente combinación entre colaboradores de antes y de ahora; a los habituales Danny Elfman (muy acertada la banda sonora ), el supervisor de efectos visuales Angus Bickerton (La Casa del DragónSombras tenebrosas) o la diseñadora de vestuario Colleen Atwood (Alicia en el País de las MaravillasSleepy Hollow), se han unido el director de fotografía Haris Zambarloukos (Asesinato en Orient Express), el diseñador de producción Mark Scruton o el montador Jay Prychidny (ambos responsables de sus parcelas en la mencionada serie Miércoles).

Con un montaje picado que aligera el ritmo, lo más divertido sigue siendo el irrespetuoso personaje de Bitelchús y lo más imaginativo la recreación del mundo del más allá. Al igual que en la película original, tiene el acierto de prescindir de efectos digitales en las criaturas fantasmales y apostar por el uso de marionetas. Lejos de la poesía implícita de Eduardo Manostijeras o la genialidad de Big Fish, Bitelchús Bitelchús, es un producto fantástico de mero entretenimiento pero que lleva la firma clara de Tim Burton.

Para: Seguidores incondicionales de Tim Burton.