El pasado mes de junio la Corte Suprema de EEUU derogaba la sentencia del Caso Roe contra Wade, aprobada en el año 1973 y que legalizó el aborto en todo el país.

Este film indaga en todos los elementos que influyeron en que el Tribunal Supremo, hace 50 años, adoptará esa decisión detallando, según cuentan los productores de este drama, “los datos inventados, manipulaciones e intereses económicos de Planned Parenthood”.

Hay datos estremecedores sobre los resultados de esa sentencia en Estados Unidos. Se calcula que en 50 años se han abortado 60 millones de niños concebidos en EEUU, un 40% de los cuales eran de mujeres afroamericanas, el segmento de la población que más ha perdido población desde los años 70. A este respecto el largometraje recuerda la figura de Margaret Sanger, la enfermera estadounidense  fundadora de la Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad (American Birth Control League), que se convirtió en 1942 en la Federación Estadounidense para la Planificalación Familiar (Planned Parenthood Federation of America, y que, en la película muestran como una firme defensora de la planificación familiar de la población negra. De ahí la polémica surgida por este film, porque Sanger es una de las mujeres más idolatradas por los grupos feministas del todo el mundo.

Desde la primera imagen los artífices de El grito silencioso dejan clara su postura provida porque, además de describir todos los pormenores de esa sentencia judicial, la historia está narrada en primera persona por el Dr. Bernard Nathanson, un médico que ayudó a fundar la Asociación Nacional para la Derogación de las Leyes de Aborto y llegó a realizar unas 75.000 interrupciones de embarazo, pero que más tarde se convirtió en un conocido activista provida. Precisamente se agradece que es claro en sus declaraciones, sabía perfectamente lo que hacía pero miraba hacia otro lado porque el negocio del aborto le generaba millonarios ingresos. Todo ello lo narró precisamente en su libro Un grito silencioso.

Pero, además de Nathanson, en el film aparecen algunos de los protagonistas de esa dramática sentencia, desde el fiscal Wade, hasta las abogadas que convencieron a Roe (apellido ficticio de la joven embarazada que solicitó el aborto) en cuyo caso se basaron para llevar a cabo todo el proceso.

Los acontecimientos están contados de manera correcta aunque algo fría y, se nota que nos encontramos ante un film de bajo presupuesto, no solo porque en el reparto solo hay un actor famoso, John Voigh, sino porque la filmación tiene aire de telefilm, de principio a fin. Llama la atención que el director y coguionista de la película, Nick Loeb, asuma también el papel protagonista. A pesar de esas carencias técnicas, la película resulta muy interesante conceptualmente para los estudiosos del tema porque la sentencia actual afirma que la Constitución americana no otorga el derecho al aborto, como contrariamente ha venido diciendo desde 1973. 

El espectador, acudiendo o no, a ver esta película decidirá si el aborto sigue siendo ese grito silencioso.

Para: los que entiendan que la vida empieza desde la concepción. Para los que crean que los negociantes de la muerte tienen una estrategia marcada contra los no nacidos.