El subtítulo de la película es “Canto de vida y esperanza”, pero, personalmente, me gusta más el argumento con la que la defienden: "nos han contado mal la historia y nos la hemos creído".

Hace tres años, el prestigioso director José Luis López-Linares, asombraba con un documental a contracorriente: España. La primera globalización que desmontaba la leyenda negra sobre la llegada de los españoles a América y miraba nuestro pasado con orgullo. Completando esa película ahora se estrena Hispanoamérica en la que se habla de civilización hispánica y muestra con rigor una historia compartida durante 300 años donde se dio el mestizaje.

Bien armada con la participación de reconocidos historiadores y expertos en la materia, la mayoría de ellos americanos, como Marcelo Gullo, Carlos Leáñez, Enrique Krauze, Ramón Mújica, Juan M. Zunzunegui, Alfonso Borrego, Marta Vera Orlando Romero, Adelaida Sagarra etc…,  López Linares teje un trabajo espléndido sobre cómo se desarrolló realmente la América Española, unos países que, gracias a la reina Isabel la católica, se basaron  en el tratamiento a los indígenas de igual a igual, cuidando de su dignidad. En esta película también se cita a otras dos mujeres fundamentales en el continente americano: Doña Marina, Malinche, pareja e intérprete de Hernán Cortés y la Virgen de Guadalupe, a la que no solo los mexicanos sino la mayoría de los hispanos tienen como su protectora.

Completísima en su contenido, y con un montaje soberbio, en dos horas de metraje José Luis López-Linares nos acerca al patrimonio arquitectónico, pictórico y musical de la época. Este último apartado reporta bellos sonidos como el canto de los violines en plena Amazonía de las partituras que los jesuitas dejaron o la primera polifonía en quechua. Sin olvidar el origen americano de muchos de nuestros géneros actuales: el cajón peruano, el flamenco, el zapateado, entre otros.

No se olvida la película de denunciar dos hechos históricos que hicieron especialmente daño: la expulsión de los jesuitas por parte de Carlos III y, por supuesto, se encarga de desmitificar la figura de Simón Bolivar, el criollo que dejó sin efecto muchos de los logros conseguidos por los indígenas gracias a la reina española.

Se encuentran ante  un trabajo profundo, bien argumentado y de altura intelectual pero, al mismo tiempo, que se ve en un suspiro.

Para: los que sientan orgullo de nuestro pasado y no se crean la leyenda negra o busquen argumentos para desmontarla.