Resulta agradable asistir al cine para ver una comedia familiar y musical al estilo de las clásicas, en esta ocasión basada en la serie de libros súper ventas de Bernard Waber, que mezcla acción real y animación por ordenador. Cuenta con canciones originales interpretadas por Shawn Mendes y escritas por el equipo de compositores que estuvieron detrás de El Gran Showman; Benj Pasek & Justin Paul.

Cuando la familia Primm se muda a Nueva York, Josh, su tímido hijo adolescente tiene problemas para adaptarse a su nueva escuela y encontrar amigos. Todo eso cambia cuando descubre en la buhardilla de su casa a Lilo - un cocodrilo cantante- con gustos exquisitos. Ambos se convierten en amigos, aunque su vínculo se ve amenazado por su malvado vecino. Por ello deberán aliarse con el extravagante dueño de Lilo, el mago Hector P. Valenti.

Primera incursión en el cine infantil del actor Javier Bardem (que interpreta a Valenti) que supera con nota alta puesto que en su actuación tiene que incluso bailar y cantar (la primera faceta muy bien, la segunda con más esfuerzo que talento). Como curiosidad, esta vez Bardem no encarna al malvado, es un pillo caradura y egoísta.

La película habla de enfrentarse a lo que nos preocupa y superar los miedos, de la seguridad que aporta tener una familia unida y buenos amigos pero también, de manera sutil, aborda lo inadecuada que es la super protección a los menores; viene a decir que cuidarlos si, agobiarlos no. Los directores por su parte han manifestado que Lilo representa “ un agente del cambio que llega y arregla las partes de tu vida que no acaban de funcionar. Trae alegría y pasión e introduce música en tu vida”. Porque las canciones que interpreta Shawn Mendes, metiéndose en la piel escamosa de Lilo, de ritmo alegre y mensajes positivos, también colaboran a que el espectador, independientemente de la edad que tenga, salga de esta película con una sonrisa en la boca.

Muy graciosa en su desarrollo, la simpatía del cocodrilo que no habla pero se expresa cantando, encandila. Es conveniente reseñar la perfecta integración en el film de la animación digital de Lilo o de la gata Loretta con los personajes de carne y hueso con los que interactúan.

Para: los que les gusten las películas de niños graciosas.