Un grupo de profesionales del mundo del cine son convocados para rodar una película provida. Pero la iniciativa genera tensiones al principio porque ni el productor, ni el director, ni el guionista, parecen dispuestos a apuntarse al proyecto tachándolo de panfletario. Para darse una oportunidad, deciden compartir cinco testimonios reales de gente que es feliz volcándose en los demás.   
Los mismos productores de Madre ven, están detrás de este film de estructura algo compleja desde el momento que mezcla esa trama de ficción, de profesionales del cine (que retrata a la perfección la situación del cine español, donde cualquier proyecto que huela a católico es tildado de fanático) con testimonios de gente que se la “juega” por los demás. Como es usual en este tipo de películas, del género de documental, la fuerza del mismo radica en los testimonios reales, la mayoría de los cuales coinciden en que son de gente creyente o, simplemente de personas de buen corazón. Hablamos de una familia que acoge niños, otra que cuida de los hijos de otros de familias humildes mientras estos trabajan, una fundación que ayuda a mujeres a salir adelante con sus embarazos, de una eurodiputada madre de nueve hijos y una familia con una hija enferma que pidió ayuda para salvar su vida y la consiguió. 
Siendo como es una película que cumple las expectativas de que todavía hay gente a la que admirar por su coraje, no llegan a encajar perfectamente la parte de ficción, dirigida por el estupendo director Pablo Moreno (Un Dios prohibido) con la de los testimonios (dirigida por Luis C. Lagos). La primera parte, aunque bien rodada, parece, en algunos momentos, algo artificial.  
Se trata de un documental, financiado por crowfunding (financiación colectiva), detrás del cual está la fundación Cari Filli y puede solicitarse su exhibición en la ciudad donde se resida, a través de este enlace.

 
Para: los que crean en la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, la vida con mayúsculas.