Marguerite es una matemática excepcional, que ha dedicado su vida a esa pasión, de ahí que sea huraña y apenas tenga amigos. Pero cuando se trastoca la presentación de su tesis eso le deja desnortada, sin saber hacia dónde continuar sus pasos. Mientras en la Universidad, la prestigiosa Escuela Superior de Lyon, quieren recuperarla por su brillante cerebro.

Desde el estreno de Una mente maravillosa (2001) no habíamos visto tantas fórmulas matemáticas en pizarras gigantescas o en paredes, y es que El Teorema de Marguerite coincide con la oscarizada película en la lucha por la superación, por resolver algo que nadie hasta entonces ha hecho, pero también en el peligro que supone cualquier obsesión debido a la fragilidad de la mente humana.

En un momento de la película su protagonista afirma algo así como que no puede vivir sin matemáticas, tanta es esa dependencia que ha convertido esa parcela de su vida en única, de ahí que, cuando le falla, la protagonista busque vías para llenar ese vacío, comenzando un viaje personal en el que descubrirá otras cosas importantes de la vida como el amor o la amistad.  

La película transcribe muy bien a imágenes la evolución de esta genio de las matemáticas en sus incasables investigaciones al mismo tiempo que confirma que somos cuerpo y alma. Aún más, que la atracción entre dos personas no sólo es física sino que también puede ser resultado de la admiración intelectual.

La directora Anna Novion ha precisado que el  personaje de Marguerite es el de una mujer fuerte en un entorno dominado por hombres, explorando, de alguna forma los retos académicos a los que se enfrentan actualmente aquellas mujeres que quieren dedicarse a la ciencia. También ha confesado que se inspiró en la figura de Ariane Mézard, una de las pocas grandes matemáticas francesas..

El trabajo del trío de actores, que mantienen el tira y afloja matemático, es excelente, empezando por la gran actuación de Ella Rumpf que fue galardonada por este trabajo con el Premio César a Mejor Actriz Revelación.

Para: los amantes de las matemáticas y, en general, para los que quieran contemplar un buen drama.