El nuevo proyecto del Gobierno Zapatero consiste en otorgar al sexo personalidad jurídica. ¿Que cómo se hace eso? Muy sencillo: con el reconocimiento legal de los cinco sexos. ¿Qué cuáles son los cinco sexos? ¡Ay, ay, qué mal andamos de progresismo! Pues está claro: homosexualismo, bisexualismo, transexualismo y… bueno, la vulgaridad esa de masculino y femenino.

 

Cinco, no seis, no caigamos en la trampa de la reacción. No hablemos de gays y lesbianas a la hora de definir un sexo, sino de homosexual. De otra forma, los cavernícolas (cristianos y gente así) aducirán que la homosexualidad tiene un origen masculino y otro femenino.

 

No es coña, el asunto ya se ha planteado. La opción sexual como sujeto de derechos. Quiérese decir que la persona es, ante todo, persona sexual, o que el sexo es más importante que la persona, como parte constituyente y fundamental de la misma.

 

Sé que algún lector se está riendo, pero les aseguro que en el lobby de gays y lesbianas (en el caso del Gobierno Zapatero, son más numerosas las lesbianas que los gays) el asunto ya se ha planteado, aunque por el momento no pase de una sugerencia de sobremesa. Lo malo es que cualquier majadería, con tal de que sea lo suficientemente atrabiliaria, encuentra un eco fulgurante en Mr. Bean, ese reformador de las costumbres y luz del progresismo europeo.

 

Un eco amplificado y asentado en una televisión que cada día que pasa camina con más entusiasmo hacia la idiocia colectiva. Así, por ejemplo, en el programa de Tele 5 "A tu lado" descubrimos por qué una iniciativa legal tan absolutamente gilipollas como la comentada en círculos de la administración socialista puede contar con la bobalicona aquiescencia de muchos. En "A tu lado" han inventado la crónica rosa gay. Así, el pasado lunes nos pusieron el corazón en un puño con la muy romántica historia de una lesbiana seducida y abandonada por su pareja, la cual, la muy infiel, le había puesto la cornamenta (o lo que sea que se ponen las "tortis"): ¡Dramático! Por supuesto, el programa se emite en vacaciones y en un horario en el que puede haber miles de niños pendientes de tan romántica epopeya. Menos mal que tenemos a Gaspar Llamazares, portavoz de IU en el Congreso, que ha solicitado que las corridas de toros se televisen de madrugada para diluir su maléfica influencia entre la infancia.

 

Lo malo de esta revolución sexual y jurídica es que necesitará una memoria económica de grandes dimensiones. Por ejemplo, en los restaurantes y otros establecimientos públicos ya no bastará con dos cuartos de baño, sino con cinco. La familia Roca se va a forrar.

 

Eulogio López