En efecto, el que fuera su hombre de confianza y su secretario de Estado en Presidencia del Gobierno, Jorge Fernández, ya no cuenta para Mariano Rajoy. Y, en efecto, ha sido Josep Piqué que ha conseguido la bola negra para Fernández.

Sin embargo, no se trata de que el antiguo colaborador de Rajoy en Moncloa haya pretendido moverle la silla al líder catalán del PP, a Piqué, como ha publicado algún diario electrónico. Lo que ha ocurrido es que Rajoy ha optado por el matrimonio gay, al igual que Piqué, y Fernández advierte que su conciencia le impide apoyar lo que considera una aberración. Y no será Rajoy quien violente la conciencia de sus colaboradores: simplemente, se les arrincona y listo.