Es la primera media positiva que oigo desde que comenzara la crisis.

Ha tenido que venir de Estado Unidos, claro, el país con unos mercados financieros más especulativos y, al mismo tiempo, la más dura en reprimir los excesos (tradicionalmente, porque la verdad es que el Gobierno Bush se está cubriendo de gloria acogiendo en su seno a todas las firmas en crisis y pagando con dinero público los desmadres privados).

Porque el origen de la crisis, como ya hemos recibido una 18 veces es la especulación financiera, la conversión de las bolsas en una casino alejados de la economía real, a quien no sirven pero de la que se sirven.

Y así, la SEC acaba de prohibir las operaciones al descubierto compra de acciones sin poseerlas, una práctica que en nada ayuda ni a las empresas cotizadas ni tan siquiera al mercado. Ese es el camino pero hay otras mucha práctica especulativas que deben ser, o bien prohibidas -algo muy poco liberal pero muy interesante- o gravadas fiscalmente.

Una medida mínima, pero ese es el camino. Y aunque sea mínima, la medida de la SEC apunta a otras medidas de la crisis, no a sus efectos. Los 180 mil millones de dólares inyectados por los bancos centrales en los mercados es una medida de efecto transitorio y que intenta taponar la herida, pero que rebaja la fiebre del paciente, aunque no termina con el virus que lo produce.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com