No se puede negar que Zapatero es todo un filósofo. Desde que nos dejara aquel: "La tierra no pertenece a nadie. Sólo al viento", sus profundas reflexiones nos acompañan día sí y día también.

Ahora, el activo ex presidente nos 'vende' la Agenda 2030: es para él un programa de mejora que vela por la salud y la educación de todos los niños, por el Planeta y, hasta, por los derechos humanos. ¡Grande sos, Jose Luis!

Y es que, ZP siempre ha sido un hombre de ideas brillantes, como la Alianza de Civilizaciones. Siendo presidente del Gobierno, y lo fue gracias al atentado islamista del 11-M, Rodríguez Zapatero financió, con nuestro dinero, dos nuevas perlas de Naciones Unidas: en primer lugar, ONU Mujeres, el repugnante tanque de ideas del feminismo radical y de la financiación del infanticidio, hoy mutado en transexualismo, para dar trabajo y sueldo generosos a su ministra abortera Bibiana Aído. Y, en segundo lugar, ZP financió la Alianza de Civilizaciones, para proporcionar sueldo y cargo generosos, a su ministro de Exteriores, inefable Migue Ángel Moratinos, el hombre que presumía en su currículo de sabio porque hablaba el serbio-croata. 

Tiene cierta coña, por decir algo, que el presidente que llegó el poder tras el más terrible atentado islamista de España (el 14 de marzo de 2004 ganaba las elecciones cuando perdía en todas las encuestas frente a Rajoy) creara la Alianza de Civilizaciones, nada menos que con el malnacido turco Recep Erdogan, que continúa masacrando a los cristianos armenios.