Silvina Bacigalupo Saggese se la está jugando, porque España se estanca en la lucha contra la corrupción, según se recoge en Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de 2023, elaborado por la organización Transparencia Internacional, que ella preside aquí. En declaraciones a RTVE, la radiotelevisión pública al servicio del Gobierno Sánchez, ha referido que “hay muchas cuestiones que mejorar”, pues nuestro país está en el puesto 36, con 60 puntos sobre 100, empatando con Letonia y a un nivel similar al de Botswana (puesto 39 y 59 puntos) y Catar (puesto 40 y 58 puntos), y lejos de Alemania (noveno, con 78 puntos) y Francia (vigésimo, con 71 puntos) .

En dicho índice, que lidera Dinamarca, los 100 puntos suponen ser muy transparente y acercarse a cero ser altamente corrupto. La tendencia a bajar en el ranking por parte de España refleja el estancamiento, porque no logra recuperar el puesto 65 obtenido en 2012, pese a mantener el nivel de puntos frente a años anteriores. Desde Transparencia Internacional se apuesta por recuperar el buen funcionamiento de las instituciones (entre ellas, renovar el CGPJ, ¡qué casualidad!) y Silvina Bacigalupo refiere que hay una ley de hace diez años que “sigue sin reglamento” y que se deben hacer reformas en la ley.

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Y por cierto, Silvina Bacigalupo es hermana de Mariano Bacigalupo Saggese, el abogado y profesor titular de la UNED nacido en Buenos Aires que es marido de Teresa Ribera y actual consejero de la CNMV, tras haberlo sido antes de la CNMC. Ambos son hijos de Enrique Bacigalupo, el abogado de Leo Messi desde octubre de 2014 (aunque su hija Silvina llevaba el día a día) y el que fuera magistrado del Tribunal Supremo entre 1987 y 2008, participando en el ‘caso Sogecable’, el ‘caso Filesa’ y el ‘caso GAL’, entre otros; y más recientemente, llevó la defensa de varios acusados por las ‘tarjetas black’ de Bankia.