A Ismael Clemente, el hombre de Merlin Properties, le arrojan encima material naranja con lo que le estropean el traje y la mochila. Clemente se dirige entonces a la policía (Mossos de Escuadra) y le pregunta: ¿A la perroflauta le pega usted la bofetada usted o se la pego yo?
La imagen es conocida pero la conversación no, y no resulta ésta menos significativa que aquella.
Ocurrió en un congreso de inmobiliarios en Barcelona. A Ismael Clemente, el hombre de Merlin Properties, le arrojan encima material naranja con lo que le estropean el traje y la mochila.
Clemente se dirige entonces a la policía (Mossos de Escuadra) y le pregunta:
-¿A la perroflauta le pega usted la bofetada usted o se la pego yo?
La agente, abochornada, sólo acierta a responder:
-No, déjenos a nosotros.
-¿Pero seguro que se lo van a permitir?
-Esa es otra -responde una agente del orden, sabedora de que el delincuente se puede propasar varios kilos pero al policía se lo pesan al gramo-.
El diálogo revela lo que ocurre en España, un país con la delincuencia al alza y el gamberrismo disparado.